“No podemos dar la espalda a los niños que escapan a condiciones peligrosas. Vamos a hacer nuestra parte para que reciban servicios y sean tratados justa y humana”, agregó.
Según trascendió, la Alcaldía de Chicago trabajará en el acondicionamiento de refugios que comenzarían a funcionar antes de fin de año, para así sumarse a otras entidades locales que ya recibieron niños o extendieron ofertas de ayuda al Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno federal.
En la actualidad existen nueve refugios en el área de Chicago que acogen a 429 niños inmigrantes y que están a cargo de la organización sin fines de lucro Heartland Alliance, que también supervisa a otros 319 menores que ya fueron ubicados con sus familiares en el área.
Por su parte, la Archidiócesis de Chicago anunció que presentará en agosto una solicitud de autorización federal para recibir menores centroamericanos, que serán atendidos por una academia religiosa que trabaja con niños y familias en problemas, así como por la rama local de Caridades Católicas.
El gobierno de la ciudad también buscará ayuda de estudios legales de la ciudad para que colaboren de manera gratuita en las gestiones de asilo de los menores ante Inmigración.
Los gastos de educación, salud, alimentación, seguridad y servicios sociales que reciban los niños estarán a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos.