Los hombres fueron declarados culpables por los cargos de intento de secuestro, secuestro y transportar indocumentados para obtener ganancias. Además, Agustín Simón enfrenta cargos adicionales por empuñar un arma de fuego durante un crimen violento.
La Fiscalía indicó que los dos ciudadanos guatemaltecos formaban parte de una operación de tráfico de indocumentados que se encargaba de cruzar a estos inmigrantes desde México hacia EE.UU. y transportarlos hacia casas de seguridad en Arizona.
El 10 de agosto de 2011 agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) , el Departamento de Seguridad Publica de Arizona y el Departamento de Policía de Phoenix llevaron a cabo un operativo en una casa de seguridad en la ciudad de Mesa donde descubrieron a 40 inmigrantes indocumentados.
Testimonios presentados durante el juicio indicaron que los traficantes amenazaron a los indocumentados con golpearlos e inclusive matarlos, intimidaciones que también recibieron sus familiares, a quienes demandaron dinero a cambio de su liberación.
Las mujeres en la casa de seguridad fueron acosadas sexualmente y una de ellas fue violada por Agustín Simón.