Las directivas del Departamento de Seguridad Nacional suponen un inusual cambio en las leyes migratorias estadounidenses, obligando al gobierno a identificar a los inmigrantes que podrían aspirar a los beneficios de la propuesta presidencia. Antes correspondía a los inmigrantes o sus abogados demostrar que cumplían los requisitos necesarios para evitar la cárcel y quedarse en el país.
Barack Obama habla durante la rueda de prensa. (Foto Prensa Libre: AFP)
Es como la agencia tributaria llamase a los contribuyentes para recomendarles la utilización de ciertas exenciones o deducciones.
El material de formación estaba dirigido a agentes del departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y de la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE). Instruye a los agentes para que “comiencen inmediatamente a identificar a personas bajo su custodia, así como a otros que encuentren por primera vez” que pudiesen ser candidatos a evitar la deportación.
Un documento formativo incluye escenarios describiendo encuentros entre agentes y migrantes con una guía sobre cómo deben proceder los agentes, incluyendo una lista de preguntas para determinar si los migrantes podrían acogerse al plan del presidente. Funcionarios del ICE empezaron antes a liberar de cárceles federales de inmigración a quienes cumplían estos requerimientos.
inmigrantes se reunen para protestar contra una reforma migratoria en Washington. (Foto Prensa Libre: Archivo)
Obama anunció en noviembre un plan para permitir que unos cuatro millones de padres de ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes puedan solicitar un permiso para quedarse en el país por más de tres años y conseguir un permiso de trabajo. El programa se parece a otro anunciado en 2012 que protege de la deportación a inmigrantes jóvenes que llegaron a territorio estadounidense de niños.
Un portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza, Carlos Díaz, dijo que los migrantes sorprendidos entrando al país ilegalmente seguían siendo la principal prioridad de la agencia. El material formativo, añadió, “proporciona una guía clara sobre las operaciones de aplicación de las leyes migratorias para que el tiempo y los recursos se empleen adecuadamente”.
Crystal Williams, directora ejecutiva de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración en Washington, dijo que la formación ayudaría a filtrar a la gente que el gobierno considera ya que no es prioritaria. Dijo que esta era la primera vez que escuchaba que los agentes fuesen aleccionados para cribar a los migrantes en función de su posible absolución antes de detenerlos.
“Solo porque sea un cambio no supone que sea uno especialmente radical”, dijo Williams.
Según la propuesta de Obama, el gobierno se centrará en deportar a migrantes con antecedentes penales serios o a quienes puedan suponer una amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública. Según esto, la mayoría de inmigrantes cuyo único delito sea estar en el país sin permiso no serán una prioridad para los funcionarios.
Aunque el gobierno estimó que hasta 4 millones de personas podrían beneficiarse de esta protección, la Oficina de Presupuestos del Congreso espera que entre 2 y 2,5 millones de personas entrarán en el programa para 2017.
Por otra parte, del 1,7 millones de jóvenes que se creía podría acogerse al plan anterior de Obama, solo 610 mil se han inscrito con éxito desde su creación en 2012.