Las medidas anunciadas por Obama podrían beneficiar a unos cinco millones de inmigrantes en situación irregular, pero el resto aún deberá esperar que el Congreso adopte una ley general.
El mandatario insistió en que la política de ignorar o deportar inmigrantes irregulares “no es realista. Nosotros no somos así. La mayoría de los indocumentados son personas buenas y decentes” .
Por eso, el gobierno espera que “las personas que están aquí acepten las reglas del juego” .
Mientras Obama hablaba en Las Vegas, la Casa Blanca en Washington divulgó las dos primera medidas firmadas por Obama.
La primera, una resolución ejecutiva de cuatro páginas, decretó la creación de un grupo especial de alto nivel que presentará opciones para facilitar la integración de inmigrantes y refugiados en la sociedad estadounidense.
El documento determina que el grupo estará formado por los principales secretarios (ministros) , incluyendo los Estado, Justicia, Comercio, Trabajo, Educación, Salud y Desarrollo Urbano.
La función central de esa comisión será “revisar las políticas y programas” oficiales e identificar acciones “que puedan ser aplicadas para aumentar relaciones significativas entre los nuevos estadounidenses y la comunidad que los recibe” .
La segunda medida determina que en un plazo de 120 días el Departamento de Seguridad Interna (DHS) coordinará la revisión de todo el sistema de otorgamiento de visas, que contemple a trabajadores inmigrantes altamente calificados.
Se estima que en la actualidad existen 11.2 millones de inmigrantes no autorizados en Estados Unidos.
El Senado aprobó en el 2013 un proyecto de ley de reforma del sistema migratorio, que incluía la posibilidad de obtener la ciudadanía estadounidense al cabo de un proceso de 14 años.
Sin embargo, el proyecto nunca fue siquiera discutido en la Cámara de Representantes, controlada por el opositor Partido Republicano.