La solicitud de Jaime Valdez, un mexicano de 31 años, todavía estaba pendiente en una corte de apelaciones.
Ray Ybarra, el abogado que representa a ambos dijo que solicitarán el ingreso al país bajo palabra, pero que están preparados en caso de ser detenidos en el momento de cruzar la garita fronteriza que va de Nogales a Arizona.
La acción ocurre poco después de un anuncio del presidente Barack Obama quien pidió al Departamento de Seguridad Nacional que revise la aplicación de las leyes migratorias para ver si pueden implementarse “de una manera más humana”.
Por la mañana un grupo de obispos de la Iglesia Católica se reunirá cerca del muro fronterizo para rezar por las miles de personas que han perdido la vida tras intentar ingresar a los Estados Unidos ilegalmente, y para pedir una reforma migratoria.
“Ya que los presidentes que son presidentes no hacen un cambio nosotros como personas normales podemos hacerlo y simplemente luchar por nuestros sueños y no dejar que nadie te diga que no se puede”, dijo Naira Zapata, la novia de Rosales que estaba embarazada cuando él fue detenido.
El caso
Rosales, de 27 años tiene dos hijos estadounidenses, uno de 3 años y otro de 8 meses. De acuerdo con autoridades de inmigración no tiene un prontuario criminal, pero ya contaba con el antecedente de haber sido repatriado del país en el 2005 tras ser detenido por la Patrulla Fronteriza.
La Policía de Inmigración y Aduanas dijo que había optado por utilizar su discreción para deportar a Rosales después de que una corte de apelaciones rechazó su caso de asilo.
Según Ybarra, Rosales es un perfecto candidato para que el gobierno le permita quedarse en Estados Unidos con su familia por no tener antecedentes penales y porque sus hijos son estadounidenses.
“Una vez que Obama revise las políticas migratorias puede que hayan cambios y gente como Rosales no sea deportada, por qué no hacer algo ahora”, dijo Ibarra quien planea pedir a la corte que reconsidere el caso de su cliente.
Valdez fue deportado en febrero, mientras su padre Pedro Valdez participaba de una huelga de hambre pidiendo que lo dejaran en libertad.
El mexicano sirvió una condena en una cárcel estatal por manejar ebrio y fue entregado con las autoridades de migración.
Aunque su apelación por asilo político está pendiente en la Corte del Noveno Circuito las autoridades decidieron deportarlo. “Si él cometió un error, merece una oportunidad de cambiar su vida”, dijo Ybarra.
Apoyo de organizaciones
Rosales y Valdez cuentan con el apoyo de las organizaciones comunitarias de Arizona, PUENTE y la Coalición del Dream Act. Ambos inmigrantes sin documentos no son los primeros en llevar a cabo este tipo de protesta presentándose en la frontera.
El 22 de julio del año pasado nueve jóvenes conocidos como los Dream 9 intentaron una acción parecida que se ha repetido en otras partes de la franja fronteriza entre México y Estados Unidos.
En marzo de este año la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes llevó a cabo otra acción en la frontera en la que más de 150 personas intentaron ingresar a Estados Unidos por el puerto fronterizo en Tijuana.
“Esto es mucho más difícil y complicado de lo que se ha intentado hasta el momento”, dijo Ybarra, el abogado de inmigración. “Porque ellos ya fueron deportados”.
Según cifras oficiales, la administración de Obama ha deportado casi dos millones de inmigrantes desde que se inició su gestión.