Guatemala

Familia de guatemalteca exige justicia

La familia de la guatemalteca Deisy Araceli García Alvarado, de 21 años, exige que se aclare la muerte de esta y sus hijas, Yaslin y Daniela Mejía, de 1 y 2 años, cuyos cadáveres fueron hallados en su casa, en el barrio Jamaica, Queens, Nueva York.

Los cuerpos fueron descubiertos en la habitación del apartamento en el que García Alvarado y sus hijas vivían, junto con su esposo, el mexicano Miguel Mejía, en un segundo piso, sobre una farmacia, en Sutphin Boulevard.

El hallazgo ocurrió la noche del domingo, a eso de las 19 horas —20 horas de Guatemala—. Según informes oficiales, las víctimas fueron apuñaladas varias veces. En el lugar se encontraron varios cuchillos.

Mejía colaboraba el domingo por la noche con las investigaciones, informó la policía local, aunque es uno de los principales sospechosos.

García Alvarado era originaria de Totonicapán y huérfana de padre. Vivió en el cantón Paquí con su abuela, desde que su madre emigró a EE. UU. hace 13 años. Se fue hace siete años, en busca del sueño americano.

La familia de García Alvarado supo que esta se había casado con Mejía, con quien tenía dos hijas.

Eva Rodríguez, abuela de García Alvarado, relató a Prensa Libre que su nieta le habló por teléfono hace ocho días para contarle que su situación económica se complicaba porque no tenía trabajo y que planeaba regresar a Totonicapán.

La abuela recuerda que García Alvarado era muy querida por su sencillez y humildad.

“Toda la familia está destrozada por lo que pasó con mi nieta y sus dos pequeñas, ya que no sé qué llevó al asesino a cometer tan despiadado crimen. Exigimos a las autoridades de ese país dar con el responsable. No queremos acusar a nadie en especial, pero qué pasa con el esposo de mi nieta, que no da la cara”, expresó.

Una de las tías de García Alvarado dijo que esperan que la justicia haga su trabajo, y solicitó a las autoridades la repatriación de los cuerpos.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que gestiona el aporte económico para el retorno de los restos.

Violencia doméstica

Según sitios electrónicos locales, García Alvarado era víctima de violencia doméstica. Vecinos y miembros de la iglesia Naciones Unidas en Cristo expresaron que era una mujer muy buena y que todos los domingos asistía con sus hijas a los servicios religiosos.

Diana Villa, de 44 años, feligrés de la referida iglesia, dijo a NY Daily News que la pareja había discutido en el sanitario, durante un baby shower celebrado en el lugar.

“Quería cerveza, pero se supone que no bebes cerveza en una iglesia; solo café o té. Él le gritaba. Fueron al baño y él la golpeó, no sé por qué. Ella es tan dulce… él tiene mala actitud”, manifestó.

“Era una persona tranquila, pero feliz. Siempre tenía una sonrisa en el rostro. Era una buena madre”, dijo Mario Sánchez, 16.

Esposo tiene antecedentes

La policía de Nueva York investigó dos incidentes relacionados con la pareja el año pasado, en mayo y noviembre. En ambas oportunidades, Miguel Mejía acosaba a su mujer, pero no fue arrestado. Mejía fue detenido una vez por tener  licencia de conducir suspendida, y se le ordenó que  compareciera, en otra ocasión, por haber bebido licor de  una botella descubierta.

Deisy García Alvarado le pidió ayuda al pastor de su iglesia, pero nunca se atrevió a llamar a la Policía, porque su estancia  en ese país no era legal.

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