La noche del jueves último, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Policía Federal desplegados en el estado de Chiapas (sureste) realizaron redadas en estaciones de autobuses de Tapachula, así como rondines en Arriaga y al borde de las vías del tren, aseguró Ramón Verdugo, quien dirige el albergue para migrantes “Todo por Ellos”, en Tapachula.
Al advertir la presencia de las autoridades, numerosos migrantes se refugiaron en la maleza de los alrededores para evitar ser detenidos, precisó la misma fuente.
Por su parte, una fuente consular de Centroamérica que pidió el anonimato aseguró que unas 150 personas fueron detenidas por los agentes, que desde el miércoles allanaron pequeños hoteles y restaurantes de la zona que son frecuentados por los indocumentados -en su mayoría centroamericanos- con el objetivo de deportarlos.
“Los están agarrando por todos lados” , incluso en las carreteras, comentó el activista Carlos Bartolo Solís, responsable del albergue para migrantes “El Señor de la Misericordia” , quien aseguró que entre los detenidos había varios menores de edad.
Contactados, el INM y la Policía Federal dijeron no tener información disponible sobre el operativo.
Unos 200 mil extranjeros indocumentados, en su mayoría centroamericanos, tratan de cruzar cada año clandestinamente el territorio mexicano para llegar a Estados Unidos.
Muchos de ellos pasan en enclenques lanchas el río Suchiate, frontera natural entre México y Guatemala. Una vez en territorio mexicano, los migrantes se refugian en albergues o pequeños hoteles mientras aguardan el paso de “La Bestia” , pese a que cientos de personas han muerto o sufrido mutilaciones al tropezar y caer bajo las ruedas de este tren, o han sido víctimas de asaltos por parte de grupos criminales que operan a lo largo de la ruta.
Sin embargo, en julio, el gobierno mexicano anunció medidas para que los migrantes dejen de montar sobre el lomo del tren de carga, así como la puesta en marcha de un plan llamado Programa Frontera Sur que busca ordenar el acceso de migrantes y atender especialmente el incremento de menores indocumentados que viajan solos.
El jueves, un grupo de 20 migrantes centroamericanos hacinados y deshidratados, cuatro de ellos menores de edad, fue descubierto en una casa de Ciudad de México donde aparentemente era escondido por una red de traficantes.
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