“Todo el mundo está llamando a mi oficina para preguntar cómo pueden obtener permiso de trabajo bajo el programa de Obama. Yo les digo que aún no hay programa de Obama”, manifestó.
Se espera que el mandatario emita una orden ejecutiva para proteger de la deportación a muchos de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes que están de manera irregular en el país, luego que el Congreso no aprobase una ley de reforma de inmigración. Los republicanos se oponen enérgicamente a la probable medida del presidente, y algunos miembros conservadores del partido han amenazado con una nueva parálisis presupuestaria en el gobierno federal si Obama cumple su promesa de tomar medidas en el asunto antes del fin del año.
Aunque el presidente aún no ha revelado detalles de su orden ejecutiva, defensores de los inmigrantes se están preparando para ayudar a millones a determinar si son candidatos a los beneficios y protegerles de consultores fraudulentos y los llamados notarios, muchos de los cuales toman dinero de los inmigrantes y prometen resultados incluso cuando saben que éstos carecen de los requisitos necesarios para recibir prestaciones.
Grupos de activistas en el sur de California planean talleres para informar a las comunidades sobre la orden presidencial, incluida una conferencia para 12 mil personas en el Centro de Convenciones de Los ngeles a mediados de diciembre, dijo Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición de Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los ngeles.
El Centro Legal para Inmigrantes de Nuevo México planea lanzar un sistema de mensajes de texto dirigido a inmigrantes en todo el estado, especialmente en áreas rurales donde el acceso a servicios legales es limitado. Defensores de inmigrantes en Florida planean hacer lo mismo, y van a lanzar un servicio telefónico en inglés y español para mantener informados a los miembros de la comunidad.
En Nueva York, abogados de inmigración y organizaciones sin fines de lucro preparan clínicas para ayudar a determinar si los inmigrantes califican para el programa.
Mayra Gallegos, de 33 años, es una enfermera de profesión y madre de dos hijos que pone sus esperanzas en el plan de Obama. Llegó procedente de México hace una década para reunirse con su esposo, quien ha recibido una tarjeta de residente legal.
Su hijo más pequeño nació en Estados Unidos y es ciudadano estadounidense. Pero ella y su hijo mayor no han logrado regularizar su situación migratoria.
“Lo que Obama va a hacer, si lo hace, en verdad me ayudaría a mí y a mi hijo” , dijo Gallegos, quien espera hallar empleo como enfermera si recibe un permiso de trabajo. “Siempre estamos viendo a ver si hay noticias” . Pero algunos activistas advirtieron a los inmigrantes que no tengan muchas esperanzas, en especial porque algunos legisladores amenazan con descarrilar el plan de Obama.
“Lo que le digo a mis familias es que se preparen para una guerra. Vamos a ver al poder legislativo hacer todo lo que pueda para detener al presidente” , dijo Jessica Domínguez, una abogada de inmigración del sur de California. “No voy a dejar que mi comunidad se entristezca de nuevo por palabras. Necesitamos acción” .