Los agentes establecieron un cerco de seguridad alrededor de la casa, donde fueron localizados 27 ciudadanos mexicanos, 14 hondureños, entre ellos cinco menores de edad, un salvadoreño, una guatemalteca y una beliceña.
La Comisión detalló que las víctimas eran interceptadas en la terminal de autobuses de Reynosa, donde a base de engaños eran llevadas a la casa de seguridad para posteriormente solicitar a sus familiares una cantidad de dinero a cambio de su liberación.
Tras ser rescatadas, las 44 víctimas fueron trasladadas ante el Agente del Ministerio Público de la Federación, donde se les brindó la atención médica necesaria y se salvaguardó su integridad, aseguró.
El estado mexicano de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, ha sido escenario de atroces crímenes contra indocumentados, entre ellos la matanza de 72 migrantes, la mayoría centroamericanos, ocurrida en agosto del 2010 en el municipio de San Fernando, atribuida al cartel de los Zetas.
Los Zetas nacieron como un brazo armado del cartel del Golfo, pero en marzo del 2010 rompieron con esa organización y desde entonces han protagonizado algunos de los más cruentos casos de violencia registrados en el país en su lucha por ganar territorios.