La policía está lista para cualquier problema de seguridad y se instalará una unidad hospitalaria móvil afuera del centro migratorio para dar atención médica adicional en caso necesario, agregó Long.
El alcalde reconoció que los inmigrantes no serán soltados en Murrieta y que tampoco tienen antecedentes penales.
Aun así, pidió a los habitantes de la localidad de 107 mil personas llamar a sus funcionarios electos y manifestar su oposición al plan.
“Queremos asegurarnos de que todos harán lo que dicen que van a hacer”, dijo Long a los reporteros.
Autoridades federales de migración confirmaron que están a punto de comenzar a procesar a inmigrantes en California, pero no especificaron una fecha para el arribo de los vuelos.
La semana pasada, las autoridades anunciaron que los inmigrantes, en su mayoría centroamericanos, serán trasladados en aviones desde el Valle del Río Grande, en Texas, a otras ciudades de Texas y del sur de California.
El plan es ayudar a aliviar la pesada carga que ha causado el arribo de miles de personas que huyen de la violencia y las extorsiones en Guatemala, El Salvador y Honduras.
Muchos inmigrantes creen que las autoridades estadounidenses serán indulgentes con ellos.
Una vez que los extranjeros son procesados, el ICE decide quién puede esperar en libertad su proceso de deportación.
Agentes fronterizos dijeron que se prevé que otro vuelo lleve a 140 inmigrantes a un centro migratorio en El Centro, California, para ser procesados, pero todavía no se confirma la fecha de arribo.