Es resultado del trabajo que se ha hecho de manera sistemática, que empieza con el acercamiento de Guatemala con México, y el interés de alinear, por así decirlo, respuestas de políticas en el campo de desarrollo y seguridad en ambos países.
Hay que decir que la crisis de la niñez migrante se convirtió en un tema caliente en Estados Unidos, y eso justificó más la venida de los funcionarios, que intentan analizar el tema.
¿Se ha vuelto a insistir en el TPS —estatus de protección temporal— para Guatemala?
Es un tema del Ejecutivo, es discrecional del homeland security. Con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, que estuvo en el país el martes y miércoles, sí se habló.
¿Qué se habló exactamente?
El presidente Otto Pérez Molina le dijo directamente que Guatemala estaba esperando que hubiera una medida compensatoria para las familias que tienen varios años de estar en Estados Unidos, que nosotros comprendemos que los que acaban de cruzar la frontera se enfrentan a un proceso expedito de deportación, pero gente que tiene muchos años es una gran pena que se vaya porque allá tiene toda su vida.
Él —Johnson— dijo que EE. UU. no tiene prioridad de deportación de ninguna persona que tiene varios años, a no ser que cometa un delito, ellos no van a buscar gente, ellos no hacen redadas como se cree.
Además, el secretario Johnson le dijo al presidente que él miraba una coyuntura compleja en este momento, pero al superarla le prometió que analizaría detenidamente el TPS de los guatemaltecos, y lo dijo con mucha seriedad.
El problema de los niños migrantes es coyuntural y se ha puesto caliente en EE. UU., porque se ha vinculado con las elecciones de noviembre del Congreso, del Senado y de la Cámara de Representantes allá.
Esta coyuntura es importante para nosotros como país, porque permite evidenciar e impulsar esta problemática en busca de soluciones.
¿Cómo?
Evidenciando. No hay mal que por bien no venga. Este debate ha generado una profundización de la búsqueda de alternativas y de respuestas para los menores, para los que llevan tiempo allá y para promover una política migratoria.
¿Ha afectado que aún no esté en el país el nuevo embajador estadounidense Todd Robinson?
El jueves pasado, el próximo embajador de EE. UU. en Guatemala tuvo audiencia en el Senado y se espera que arribe al país a finales de julio.
¿Cuándo se espera la llegada de menores deportados?
Vienen unas cinco familias, que arribarán el martes 15, pero no tenemos más detalles. Las entidades involucradas no hemos dialogado a fondo sobre ello, sabemos que se llamará Paquete de bienvenida, pero está en análisis la ayuda que se otorgará.
Amplían Capacitación
La Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia,encargada de coordinar la eventual llegada de los menores deportados de EE.UU., afirma que aumenta la capacitación de operadores de protección infantilpara mejorar el enfoque social y de derechos humanos durante la recepción deniños y el proceso de adaptación.
La jefa de esa instancia, Raquel Vielman, afirmó ayer quecuando son deportados los menores, vienen afectados psicológicamente, porqueven alejada su intención de la integración familiar o porque no captan de manera madura el no haber alcanzado suobjetivo de llegar.
Se busca mejorar elrecibimiento, “sin hostigarlos con preguntas ni burocracia, sino brindándoles un recibimiento enfocado enproteger sus derechos”, explicó Vielman.
Agregó que se impulsauna campaña en Nahualá, Sololá, y en Tacaná y Tajumulco, San Marcos, paraevitar que los menores decidan migrar.