“Adelantaría que el presidente recibirá alguna recomendación final relativamente pronto, aunque ciertamente no antes del final de su viaje”, agregó, negándose a confirmar o desmentir la información.
Según el New York Times, que cita fuentes anónimas en la Casa Blanca, Obama tomaría próximamente, incluso a partir de la semana próxima, medidas para reorganizar las tareas de los 12 mil agentes de inmigración del gobierno federal, con el eje puesto en evitar varios millones de posibles deportaciones.
Por un lado, permitiría que muchos padres de niños que son ciudadanos estadounidenses, o tienen residencia legal, obtengan documentación para trabajar y no deban seguir preocupados en ser descubiertos, separados de sus familias y expulsados.
Esta parte del plan de Obama cubriría hasta 3.3 millones de personas que viven indocumentadas en Estados Unidos desde hace al menos cinco años, de acuerdo con cifras del Instituto de Políticas Migratorias, con sede en Washington.
La Casa Blanca también considera impulsar medidas estrictas que beneficiarían a unos 2.5 millones de personas que han vivido al menos 10 años en el país.