La joven contó que su padre fue deportado a Guatemala hace dos años después de ser interceptado por la policía al conducir un automóvil sin una licencia. Helena y sus cinco hermanos, todos ciudadanos estadounidenses, viven con la madre.
“Recuerdo cuando mi padre llamó por teléfono, un día antes que lo deporten, y mi madre le dijo que no tenía el dinero para un abogado. Al día siguiente llamó apenas para decir adiós. Y lo deportaron”, dijo.
Los niños participaron de una manifestación frente a la Casa Blanca coordinada por diversas entidades de defensa de los inmigrantes.
“Estamos aquí para pedirle al presidente Obama que se detengan las redadas y deportaciones. A cada día, son más de mil familias que resultan destrozadas por esta política”, dijo Nora Sandigo, de la entidad American Fraternity.
Desde el año 2012 las autoridades estadounidenses deportan diariamente alrededor de mil inmigrantes ilegales, incluso personas cuyos hijos son ciudadanos estadounidenses y han vivido toda su vida en el país.
Lucía de la Cruz dijo que vino a Estados Unidos “en 1993 para trabajar en el campo, pero a mi esposo ya lo deportaron. Me he quedado sola con mis hijos, que son ciudadanos estadounidenses. Mi familia quedó dividida”.
Cruz narró que su hija menor “se despierta a la noche llorando. Un día me dijo que quería ver de retorno a su padre, pero le expliqué que eso no era posible, a menos que el presidente Obama pare con las deportaciones”.
En tanto, Jason García, de 9 años, dijo que quería hablar con el presidente Obama para decirle: “Quiero tener a mi familia. Por favor, pare de separar familias”.
Principal promesa electoral de Obama en su campaña a la reelección, la reforma del sistema migratorio fue aprobada en el Senado en 2013 pero quedó empantanada sin esperanzas en la Cámara de Representantes del Congreso.
Ante ese escenario, Obama prometió que adoptaría medidas por decreto para modificar el caótico escenario migratorio del país, pero el fin de semana anunció que no hará nada hasta después de las elecciones legislativas de noviembre de este año.
Esta decisión de Obama fue criticada ácidamente por entidades de defensa de los inmigrantes.
Deepak Chargava, del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM), dijo que Obama “rompió otra promesa de las que ha hecho a las familias de inmigrantes. Que nadie se engañe: esta demora tendrá trágicas consecuencias”.