Esos jóvenes son conocidos como “dreamers” (soñadores) en alusión al proyecto legislativo conocido como Dream Act para darles una vía para la legalización, y que ha sido frenado en el Congreso desde hace más de una década.
Rubio es un senador de origen cubanoestadounidense con un creciente papel en el Partido Republicano, impulsor de una versión del Dream Act que no llegó a ser presentada oficialmente, después de que Obama ordenara en junio pasado un cese temporal de la deportación de esos jóvenes.
En Estados Unidos se calcula que viven unos 11.5 millones de indocumentados, y hasta 1.7 millones de jóvenes podrían beneficiarse del cese de deportaciones ordenado por Obama, que está siendo implementado desde agosto bajo ciertas condiciones.
Obama anunció el miércoles en rueda de prensa tras su reelección que esperaba presentar un proyecto de reforma migratoria integral poco después de su investidura en enero.
Rubio, senador por Florida (sur), opinó que lo fácil es tomar una decisión sobre la legalización de los millones de indocumentados, pero más difícil es diseñar una reforma del sistema migratorio que sea justa y duradera.
“Es crítico que cualquier cosa que hagamos para legalizar a la gente no sea hecho de forma que dé incentivos a más gente en el futuro”, indicó.
La reforma migratoria integral que propuso Obama, que incluye más seguridad en las fronteras, cambios en la legislación laboral o de las cuotas de inmigración, es compleja y requerirá tiempo, vaticinó.
Mientras tanto “el asunto de esos jóvenes indocumentados no es migratorio, es humanitario. Son como refugiados”, explicó.