El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) comenzó a transportar a cientos de inmigrantes no autorizados del sur de Texas a Arizona durante el fin de semana del Día de la Recordación y los dejaron en estaciones de autobús en Tucson y Phoenix.
Funcionarios del DHS dicen que la Patrulla Fronteriza no tenía personal suficiente para manejar el alza en la cantidad de inmigrantes que cruzaban la frontera ilegalmente en el Valle del Río Grande en Texas.
La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, envió el lunes una carta al presidente Barack Obama en la que le dijo que estaba alarmada de que funcionarios federales no notificaron de los traslados a las autoridades estatales y policiales.