Contrario del Título 42, este Título 8 contempla sanciones si el migrante intenta entrar de nuevo y sin una documentación válida se le castiga con una prohibición de reingreso de al menos cinco años y posibles procesos penales.
Un equipo de Prensa Libre y Noticiero Guatevisión entrevistó a dos de los retornados bajo el Título 8 y que narraron lo que han vivido. Este 11 de mayo también arribaron a Guatemala los últimos dos vuelos de deportados bajo el Título 42, que vence este jueves.
En el Centro de Deportados en la Fuerza Aérea Guatemalteca, los migrantes arribaron con lo que llevaban puesto y zapatos sin correa, y pese a que están de vuelta en su país, la mayoría tienen claro que intentarán irse nuevamente a Estados Unidos, sin importar las nuevas leyes que ahora serán más severas.
Aseguraron que salieron de Guatemala buscando mejores oportunidades, ya que acá no tienen nada, otros han dejado a su familia en Estados Unidos, incluso, algunos llegaron de forma ilegal a aquel país cuando eran niños.
Costales azules, rojos o blancos se convierten en la maleta de los migrantes guatemaltecos al ser deportados, dentro de estos está lo único que cargaban consigo al momento de ser detenidos. Los costales están marcados con una identificación hecha con papel.
Los guatemaltecos entrevistados son Cristian Aguilar Guerra, de 23 años, e Isaías Pérez, de 41.
Pérez al llegar a Guatemala lo único que traía de pertenencias en un costal era un par de zapatos, un pantalón y una gorra. Tenía 22 años de estar en EE. UU. y hace un mes lo arrestaron.
En medio del llanto externó su tristeza e indicó “que a veces hay que afrontar la realidad”.
Luego indicó que lo sucedido representa para él “tristeza, dolor, lo más triste es dejar la familia a pesar de luchar mucho, es una realidad muy dura para mí”.
Externó: “Nunca terminé de estudiar, ahora no se ni en qué trabajar”. Recordó que en EE. UU. tenía una microempresa y lamentó que todo se perdiera.
Fue deportado de Florida e indicó que es de analizar si retorna por las leyes que hay ahora. “Con las nuevas leyes que están poniendo hay que pensar cien veces para llegar, te quieren incriminar demasiado y tres años en prisión por simplemente por cruzar la línea fronteriza de Estados Unidos”, agregó Pérez, quien dejó a dos hijos en aquel país.
Mientras que Cristian Aguilar Guerra tenía un años de haber llegado a EE. UU. “Estaba en mi trabajo y los de migración llegaron de una vez a enchacharme y me llevaron a un asilo”, recordó.
Laboraba en una taquería y aunque está feliz de regresar a Guatemala para ver a su familia, piensa en regresar, ya que “quiere seguir sus sueños y aquí no hay trabajo, entonces nos obliga a regresarnos”.
Una gorra y un celular lo acompañaban en su retorno, ya que no tuvo tiempo de traer alguna maleta.
Es originario de Jalapa y tiene planificado retornar en un mes. “Pienso seguir mis sueños”, dijo Aguilar, quien afirmó que era militar en Guatemala.
Recordó que en el primer viaje pagó unos Q108 mil al coyote y “los volvería a pagar” para conseguir sus sueños.
En total, bajo el Título 8 arribaron este jueves 11 de mayo 131 guatemaltecos, en un vuelo proveniente de Alexandria, Luisiana.
El Título 8 tiene décadas de estar vigente en Estados Unidos y según esta normativa, los migrantes enfrentarán consecuencias más graves por cruzar la frontera ilegalmente.
Bajo esta figura los migrantes son trasladados a un centro de procesamiento, en donde se realiza la toma de datos biométricos, como huelas dactilares, fotografías y datos personales, es un proceso más largo con fines de retorno.