Entre los planes que fueron objeto de su estudio se encuentran Victoria 82, Firmeza y el de Seguridad Nacional, cuyo fin era, en apariencia, eliminar a la insurgencia, y que fueron puestos en práctica entre 1978 y 1983.
Robles también se entrevistó con los dos exkaibiles testigos protegidos que se encuentran en México.
Conclusión
El militar peruano determinó que el Estado Mayor de la Defensa del Ejército guatemalteco fue el que ordenó esa ejecución.
Sin embargo, el proceso de inteligencia castrense falló, ya que el parcelamiento Dos Erres no era un punto considerado rojo, que podría apoyar a la guerrilla que operaba en Petén.
“Se da la orden de eliminarlos —a los campesinos— porque actuaron por prejuicios, ya que al efectuar la inspección en el área no había evidencias de que apoyaran a la guerrilla”, comentó Robles.
Según el experto, la ejecución también obedeció a que la población se opuso a ser parte de las Patrullas de Autodefensa Civil.
Robles presentó su informe al Tribunal A Primero de Alto Riesgo, que conoce el juicio contra cuatro exinstructores de la Escuela de Kaibiles: Daniel Martínez, Carlos Carías, Manuel Pop y Reyes Collin.
Los cuatro son acusados de asesinato, delito contra deberes de la humanidad y hurto agravado.
Se disfrazaron
En su declaración, Robles afirmó que fueron 60 los efectivos, entre oficiales, kaibiles y soldados, que se distribuyeron en cuatro grupos e incursionaron en aquel parcelamiento, disfrazados de guerrilleros.
Afirmó que la masacre empezó a las 14 horas y terminó tres horas después.
Carías, quien estaba a cargo del destacamento en Las Cruces, comunidad vecina a Dos Erres, sabía del operativo militar, aseguró Robles.