A las puertas del fin de semana anterior un reporte en la radio desde San Marcos alertaba del hallazgo de otro cuerpo desmembrado: el número 17.
Con voz agitada el reportero narraba que se trataba del tórax de un hombre.
A esta cifra se suman los 16 cadáveres con señales de tortura contabilizados por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) —cinco hombres y 11 mujeres—, más cuatro que aparecieron el pasado fin de semana.
Dos cadáveres de mujeres fueron localizados el 25 de mayo en la colonia Santa Mónica, Villa Nueva, en plena vía pública, y otra pareja en la 14 calle y 18 avenida, colonia Barrio Colombia, zona 18. Todos con señales de tortura y atados de pies y manos.
Estos cuerpos reflejan que los autores están seguros de “actuar con total libertad”, expuso Mario Polanco, director del GAM. “Si son ejecuciones extrajudiciales no puedo afirmar ese extremo. Pero obedecen a un patrón porque la modalidad de ejecución utilizada antiguamente era la misma, aunque los victimarios actualmente no sean los mismos”, afirmó.
Polanco se refirió al aparecimiento en las últimas semanas de cadáveres en vehículos, amordazados o a los atados de pies y manos.
Mensajes
El promedio de los cuerpos femeninos hallados en los últimos tres años ha sido de 10 durante todo un año, según cifras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Pero en la primera mitad de este ya fueron descubiertos nueve.
La Fundación Sobrevivientes hizo tres años atrás un mapa con las ubicaciones en donde aparecían los cuerpos desmembrados de mujeres en Mixco, Villa Lobos, el centro de la Ciudad y en la zona 18.
Este año, según la procedencia que registra el Inacif, los restos de desmembradas fueron encontrados en Villa Nueva, Villa Canales y en la zona 6.
Curiosamente, una buena parte de los hallazgos provienen de Santa Catarina Pinula.
Roberto Garza, director del Inacif, explicó que hay una “delgada línea” en ocasiones entre los cadáveres que se clasifican como degollados y los desmembrados, porque el tórax y el cuello aparecen unidos por un centímetro de piel
Esta forma de muertes son “mensajes”, coinciden Eleonora Muralles, de Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro (Fads), y Verónica Godoy, de la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública.
Godoy afirmó que “en todos los tiempos los amordazados y los atados de pies y manos han recibido un solo nombre víctimas de limpieza social”.
Estas muertes tienen características “más inquietantes” que las cotidianas ocasionadas por un motosicario, ejemplifica Carmen Aída Ibarra, del Movimiento Projusticia.
“Parecen ser ejecuciones de grupos vinculados con la delincuencia y a estructuras clandestinas armadas, que la Cicig —Comisión Interamericana contra la Impunidad en Guatemala— debiera investigar, en coordinación con Gobernación”, dijo.
Son crímenes planificados, que tienen como primer paso el secuestro, que requieren de un grupo más grande al que se le asignan diversas tareas, coinciden los analistas.
No hay alerta
Las normas del derecho internacional que expresamente prohíben la tortura son por naturaleza inderogables.
“Las normas de derecho internacional, la Convención de las Naciones Unidas Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la Convención Interamericana para Prevenir la Tortura obligan al Estado de Guatemala no solo a sancionarla penalmente, sino también a prevenirla, según el estudio “Respuesta del Estado a las denuncias por tortura en Guatemala”, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales.
El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, tiene un enfoque distinto. Las muertes son un fenómeno de ejecución extrajudicial, en los que hay signos de tortura, y ni siquiera aparecen como “un fenómeno que nos haya levantado una alerta”.
Para el funcionario, este tipo de muertes sigue obedeciendo a una pugna de territorio de pandillas y a los constantes reacomodos de cabecillas de cada una. “Cuando se golpea a una pandilla, la otra penetra en el territorio. Es un modus operandi con visos de ritual”, aseguró, al referirse a los desmembramientos en particular.
Cuando a López Bonilla se le hace la observación de que ni las edades, ni las características de todas las víctimas corresponden con las de pandilleros, explica que hay en el país dos generaciones de ellos.
La primera tiene entre 30 y 40 años, y la mayoría de ranfleros —jefes— están presos. La segunda está abajo de ese rango de edad.
Las autoridades han identificado grupos que actúan “muy localmente, como en algunos casos de los guardianes de La Terminal o una banda en San Juan Sacatepéquez dedicada al despojo de bienes que hacen “ejecuciones puntuales”, enfatizó el ministro.
“Un equipo de guardianes nunca se tomará el tiempo para desmembrar. Ellos hacen ataques directos”, indicó.
Para Muralles, afincar en el imaginario de la población la idea de que las víctimas eran pandilleros o estaban vinculados con ese tipo de estructuras “es una manera de bajar la tensión y la protesta, cuando se replica ese discurso y se hace creer que quienes aparecen muertos es porque eran delincuentes”.
Agregó que replicar este tipo de discurso termina por provocar una especie de justificación entre la sociedad, el que todas estas personas eran delincuentes y merecían morir.
En la vía pública
El 25 de mayo último, en la 3a. avenida y 1a. calle colonia Santa Mónica, zona 2 de Villa Nueva, fueron localizados los cadáveres de dos mujeres, amarrados de pies y manos con señales de tortura, según reporte de socorristas.
Intimidan a alcalde
Miguel Ángel Solares Montenegro, alcalde de San José Pinula, dijo que teme por su vida y la de su familia, después que sujetos dejaron la cabeza de una mujer frente a su vivienda. Según el jefe edil, un grupo de pandilleros lo intimida para que pague una extorsión.
En un barranco
El cuerpo desmembrado de una mujer de unos 28 años fue localizado en un barranco de la aldea El Carmen, zona 10 de Santa Catarina Pinula, el 10 de febrero último. A pocos metros localizaron el arma homicida: una hacha.
Autopista de Palín
Los cadáveres de seis hombres fueron hallados la madrugada del 4 de marzo en un picop abandonado en el kilómetro 54, de la autopista Palín-Escuintla, informó la Policía Nacional Civil. Según las pesquisas, algunas de las víctimas eran vendedores de vehículos.
En números
17 desmembrados han aparecido en lo que va del 2014.
20 torturados atados de pies y manos han reportado socorristas.
4 torturados fueron encontrados el 25 de mayo
último.
9 mujeres han sido desmembradas entre enero y mayo.
36 desmembrados hubo en el 2013, según estadísticas del Inacif.
35 desmembrados hubo en el 2011, según datos del Inacif.
Alertan por altos niveles de violencia
Los niveles de violencia homicida en Guatemala, Honduras y El Salvador son superiores a los de algunos países que sufren conflictos armados, y las consecuencias para la población civil son tan devastadoras como las que afrontan las personas atrapadas en medio de una guerra civil.
Esta es la principal conclusión a la que llega un informe presentado ayer en Ginebra por una plataforma creada por tres oenegés —HelpAge International, Merlin y Norwegian Refugee Council— para intentar mejorar la asistencia en casos de emergencia humanitaria. También destacan que América Latina tiene los niveles más altos de violencia juvenil del mundo.
Ante esta situación, afirman que “el número de víctimas masculinas entre 15 y 29 años en Centroamérica es cuatro veces superior que en el resto del mundo”.
