Guatemala

Fábulas de niños

Recientemente fueron premiados varios niños en un concurso de fábulas promovido por McDonald's como aporte al programa Leamos juntos, impulsado por el Ministerio de Educación.

Cada pieza es una historia llena del candor infantil, pero con una gran enseñanza, característica infaltable de este género literario. Estas son dos de las piezas ganadoras, que evocan la capacidad creadora de los pequeños.

El equipo

Un día en la selva había un concurso para elegir al nuevo rey. Se inscribieron los animales más feroces y temibles, como el tigre, el gorila, el leopardo y el león, quien había sido campeón tres veces y era el actual rey de la selva, nadie lo podía vencer. Por último, llegó a inscribirse la hormiga y su amiga la araña. Cuando las vieron en la fila, todos comenzaron a reírse de ellas; les decían que mejor ni lo intentaran porque no ganarían, pero ellas no prestaron atención.

Llegó el día del concurso y todos estaban presentes, ya entrenados. Los jueces eran el búho y la tortuga, que decidieron que el reto era trepar la ceiba, el árbol más grande y frondoso; pero para sorpresa de todos, lo tenían que hacer en parejas.

Quien llegara primero a tocar la rama más alta era el campeón. Sonó el silbato, y todos empezaron a pelear por subir. Mientras no se ponían de acuerdo, la araña empezó a subir hasta llegar a lo más alto y desde ahí dejó caer su tela, y la hormiga subió. Las dos llegaron a lo más alto, y fueron las nuevas reinas de la selva.

Moraleja: no se debe menospreciar a nadie por su tamaño o apariencia, pues todos somos valiosos. Autor: Ángel Roberto González Galán, de 10 años.  

Ratón luchador

Un día un ratón entró a estudiar,  y conoció a un león  que era muy presumido, muy egoísta y se burlaba de los demás. Un día llegaron león y  ratón al mismo grado, pero como el león tenía mucho dinero, hacía de menos al ratón.

Un día el ratón iba  a la escuela y el león empezó a burlarse de los demás. Unos cazadores lo escucharon y lo quisieron matar, y el león salió corriendo, pero  se atoró en unos arbustos.

El ratón llegó a ayudarle a toda velocidad. Después, el león, agradecido, lo invitó a subir a su lomo para llegar a tiempo a la escuela.

Lección: no se debe menospreciar a nadie, pues todos podemos ser de gran ayuda. Autor: Roberto Alessandro Rauex Patzán, de 9 años.

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