Guatemala

Niños son abandonados por sus padres y el Estado

Manuel de Jesús es el nombre que le dieron empleados de la Catedral Metropolitana al bebé de unos 4 meses de nacido que fue abandonado por su madre en una banca del recinto religioso, la primera semana de este año.

Manuelito crecerá probablemente sin saber quién fue la mujer que luego de escuchar misa y llorar durante la eucaristía decidió comulgar y abandonarlo.

Sin embargo, no todos los niños que abandonan corren la suerte de Manuelito, de ser dejados en un lugar seguro.

Otros bebés, luego de horas o minutos de nacidos, aun con el cordón umbilical enrollado, son dejados en basureros o en la vía pública.

Al día siguiente de que Manuelito fuera abandonado, otro bebé fue dejado en la carrocería de un camión, a unos 15 metros de la estación de los Bomberos Municipales de Tecpán Guatemala, Chimaltenango.

El bebé se encontraba desnudo y a la intemperie, por lo que su llanto llamó la atención de quienes pasaban por el lugar, que lo entregaron a los socorristas.

Ese mismo día, el 7 de enero, en la zona 18, otra bebita de horas de nacida, aún con el cordón umbilical entre la colcha que la abrigaba, fue encontrada dentro de una caja de cartón en la vía pública.

El hallazgo lo hizo una mujer, quien escuchó llantos que salían de la caja, cuando pasó por la 8a. avenida de la colonia San Rafael 3, zona 18. Fue tanta la ternura que le provocó la niña, que la mujer ofreció adoptarla.

Sin embargo, para hacerlo deberá esperar unos dos años o más, que es el tiempo que le toma a las autoridades declararlo en adoptabilidad, si así se diera el caso.

Es decir que los bebés desde el momento de su nacimiento enfrentan un gran reto, pues son rechazados por sus padres, pero su futuro en manos del Estado tampoco es muy prometedor.

Aunque por ser bebés podrían tener mayor posibilidad de ser adoptados, tendrán que esperar más de dos años para que les sea devuelto su derecho a una familia.

Falta de recursos

La falta de recursos en la PGN no permite una pronta investigación sobre la procedencia del niño y verificar si tiene familia ampliada —tíos o abuelos— que puedan hacerse cargo de él.

A lo anterior se suma el retraso en el sistema judicial y de protección de la niñez, según explica Marvin Rabanales, director del Instituto de Protección Social (IPS).

Según Rabanales, los niños abandonados son llevados ante un juez de Paz, en los municipios, y ante uno de la Niñez y Adolescencia, donde exista esa figura.

El juzgador debe darle al niño una medida cautelar, como protección, y enviarlo a una institución o familia sustituta, y si fue un juez de Paz, debe ser trasladado el caso a uno de la Niñez.

Luego de ello, se señala fecha para una audiencia de conocimiento de hechos, para la cual la PGN debe investigar el origen del niño y verificar si tiene familia ampliada.

Para ese tipo de audiencias, los jueces establecen fechas de hasta un año después del abandono, y si para esa actividad programada la PGN no ha agotado toda la investigación, el juez señala un año más para otra audiencia.

A ese tiempo, Rudy Zepeda, vocero del Consejo Nacional de Adopciones (CNA), le agrega que pasan hasta seis meses para que esa institución sea notificada, cuando un niño es declarado en adoptabilidad.

Rabanales se lamentó de que aunque haya más posibilidades de adopción por tratarse de bebés, los niños tengan que pasar hasta dos años y medio en una institución debido al retraso en el sistema judicial y de protección de la niñez.

En esa misma situación se encuentran cuatro niños abandonados este año, entre ellos uno que fue dejado dentro de un morral en Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango.

A ellos se suma otro bebé que antes de nacer fue ofrecido en una radioemisora de Huehuetenango, y a los tres días de nacido su padre pretendía venderlo.

El año pasado, hubo 56 niños abandonados, según Sara Payes, de la Procuraduría de la Niñez de la PGN, quien señala que para este año el número de investigadores para determinar el origen de estos bebés se incrementó de cuatro a seis.

Madres en conflicto

Frente a esa situación, el CNA ha puesto en marcha el programa Madres en Conflicto con su Maternidad, el cual busca orientar a las progenitoras que planean dar a sus hijos en adopción, debido a que pasan por problemas, especialmente económicos.

Zepeda dijo que hay madres que al momento del parto entran en crisis y deciden dar en adopción a su hijo; otras, desde el embarazo, por lo que se les orienta sobre las implicaciones de la adopción.

“Aquí no se juzga a ninguna madre, cada una tiene su historia, por lo que no deben temer de que vayan a ser detenidas, sino orientadas”, puntualizó.