Iván Ovalle, integrante de la sociedad que es dueña de la finca y el proyecto San Luis, refirió que el pasado 9 de diciembre “personas ingresaron por la fuerza a la propiedad y con disparos ahuyentaron a los trabajadores, para luego quemar cuatro máquinas e inmuebles”.
Ovalle explicó que, a pesar de pedir en tres ocasiones integrar las mesas de diálogo que se instalaron en esa región, nadie les dio respuesta. También solicitó a las autoridades que tomen medidas para “evitar que actos vandálicos”, como la destrucción del proyecto, queden impunes.
La Asamblea Permanente en Defensa del Territorio Q’anjob’al, de las nacionalidades akateka, chuj, q’anjob’al y pueblo no indígena, emitió un comunicado en el cual indica que se construyó un muro en el río Ib’al, con la participación de unas cuatro mil personas.
Antes de hacerlo, una comisión de la Asamblea fue enviada a la finca San Luis a comunicar la decisión de los comunitarios y, para su sorpresa, encontraron en llamas las máquinas, por lo que piensan que fue un hecho planificado para inculparlos.
Llaman al diálogo
Álvaro Ramazzini, obispo de la Diócesis de Huehuetenango, lamentó los hechos de violencia. “Pido a todos los involucrados que se priorice el diálogo para alcanzar soluciones verdaderas”, declaró el obispo.
Según Jorge de León Duque, procurador de los Derechos Humanos, “lo preocupante es que la mesa de diálogo se ha estancado. Si fracasa se puede replicar en todos lados y el precedente será nefasto. Hago un llamado al diálogo sensato”.
Miguel Ángel Balcárcel, comisionado presidencial para el Diálogo Nacional, indicó que las “reuniones de conciliación” que se efectuaron en Huehuetenango han presentado avances. Sin embargo, no precisó cuándo se instalará una “verdadera” mesa de diálogo que discuta los temas centrales que piden los pobladores.
Rigoberto Juárez, representante de las comunidades de Santa Eulalia, aseveró que esperan que el Gobierno “establezca un proceso serio y responsable para alcanzar una solución verdadera”.
Preocupan problemas
Anayté Guardado, directora ejecutiva de la Asociación de Generadores con Energía Renovable, se mostró preocupada por la conflictividad, pero confía en que el Estado asuma la responsabilidad que le corresponde.
Diálogo continuará
El mandatario Otto Pérez Molina señaló ayer que por los hechos violentos ocurridos hace cuatro días en Huehuetenango no se romperá el diálogo. “Las cosas no se solucionan de un día para otro”, manifestó.