El paso al Salón de Pasos Perdidos —lugar donde ingresaron los funcionarios y jefes de los organismos del Estado— fue totalmente prohibido a los periodistas impidiendo el acceso a las fuentes, detalle que denunció el procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas.
La sesión fue convocada para iniciar a las 10 horas del domingo, sin embargo, por retraso en la llegada de diputados y funcionarios, comenzó 1.43 horas después de la hora a la que fue convocada.
En el palco de diplomáticos e invitados especiales se encontraba la madre del presidente del Congreso Patricia Escobar de Arzú, quien también participó como candidata a la presidencia en el 2011. Resaltó que el alcalde capitalino y padre del nuevo presidente del Legislativo, Álvaro Arzú Irigoyen, no se presentó a la ceremonia.
En ese mismo lugar se encontraban los embajadores de Estados Unidos, Luis Arreaga y de Suecia, Anders Kompass, sin embargo fue evidente la ausencia de Thelma Aldana, fiscal general del Ministerio Público e Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Dentro del Pleno también hubo peculiaridades, por ejemplo, que la mayor bancada de oposición y otros bloques pequeños no llegaron a la ceremonia. El Hemiciclo parlamentario se veía semivacío particularmente en la parte derecha, de frente a los lugares que ocupan los integrantes de la Junta Directiva.
El diputado Estuardo Galdámez, quien no es Ixil, utilizó un traje de esa región, saco rojo y sombrero, vestimenta que resaltó dentro del Hemiciclo y al momento de tomar posesión de su puesto en la Junta Directiva.
Los asientos de ministros de Gobierno y otros invitados fueron asignados en el palco superior del Hemiciclo parlamentario, pese a que existe una recomendación de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de que no suban muchas personas juntas en esa parte del recinto.
Dentro del hemiciclo resaltaba una persona que se sentaba sola en la parte lateral derecha del hemiciclo, se trataba del procurador de los Derechos Humanos, quien estuvo solo debido a la ausencia del contralor general, magistrados del Tribunal Supremo Electoral y otros funcionarios. Varios espacios separado de él se ubicó la procuradora general de la Nación, Anabella Morfín.
Al finalizar los encargados del Congreso y la Saas impidieron de nuevo el paso al lugar donde estaban los funcionarios, el único que atendió a los medios fue el procurador de los Derechos Humanos.