Según datos de la organización Alas de Mariposas, el 19 por ciento de los diputados en el Congreso son mujeres y a penas el 3 por ciento de las alcaldías municipales están ocupadas por mujeres.
Además, la violencia contra las mujeres sigue siendo el delito más denunciado en el Ministerio Público. En lo que va del año se han reportado 223 femicidios y los embarazos en niñas menores de 14 años producto de una violación asciende los 2 mil 789.
Ante este contexto, Patricia Pinto, economista y coordinadora de la Agenda Política Mujeres en la Diversidad explica la importancia de un Ministerio de la Mujer en Guatemala, una iniciativa elaborada por 13 organizaciones de mujeres y que plantea absorber las funciones de la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem)
¿Desde hace cuánto están trabajando en la iniciativa 4977?
Ante la desarticulación de la Conaprevi (Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres) y el socavamiento de la Seprem desde el gobierno de Otto Pérez, vimos que era necesario que hubiera una institución con el respaldo legal a través del legislativo. Hicimos un recorrido por América Latina para conocer cuáles eran las mejores experiencias que se habían tenido y el mejor espacio es el del Ministerio de la Mujer porque forma parte del gabinete y está al mismo nivel de toma de decisiones del gobierno. En el 2013 trabajamos una propuesta donde participaron todos los partidos políticos que en ese momento había en el Congreso. Fue un proceso largo, profesional y técnico que nos dio una propuesta del Ministerio de la Mujer, que es pequeña, tiene siete artículos, pero nos permite contar con una institucionalidad al más alto nivel. Fue así como la presentamos el 27 de julio de 2015 y la comisión de la mujer le da dictamen favorable en el 2016. Es una propuesta que ha llevado siete años.
¿Qué estructura tendría y bajo qué preceptos trabajaría esta cartera?
Como sería un ministerio nuevo, nosotros dejamos un artículo de la subrogación del presupuesto de la Seprem que tiene Q28.5 millones y éste pasaría al Ministerio de la Mujer. Por ser un ministerio, eso es muy poco pero sería el inicio para articular políticas y que fuera eficiente. Nosotros tenemos una Política Nacional de Promoción y Desarrollo de la Mujer Guatemalteca que tiene 12 ejes y el económico es uno de ellos. Consideramos que es la ministra la que tiene que asumir la política como el instrumento que le va a dar vida a las necesidades. No puede seguir siendo un presupuesto tan pequeño del 4 por ciento del presupuesto total asignado para políticas de mujeres cuando somos el 52 por ciento de la población. Necesitamos acciones afirmativas para que las mujeres tengan la calidad de ciudadanas de este país. Tenemos 17 años de tener el clasificador de género en el presupuesto que es un instrumento que está en la contabilidad el Estado y que mide la calidad de inversión y los montos. En algunos lugares, como las municipalidades, hacen talleres con maestros, celebran el día de la madre o de la mujer que son actos importantes, pero no determinantes para la vida de la mujer. Hay decisiones equívocas que se toman en los ministerios, por eso necesitamos un ministerio que tome las riendas de las necesidades y demandas de las mujeres expresada en la política pública y que las haga real y efectivas, que articule las acciones y que haga que los ministros utilicen los mecanismos que tienen a su alcance. No podemos hablar de ciudadanas en este país porque no tienen esa condición, son las que menos acceso tienen a la educación, a los servicios de salud, a los recursos económicos. Un ejercicio sencillo y claro es que en la pandemia son 15 programas sociales que se impulsaron con requisitos que las mujeres no los pueden cumplir. Algunas mujeres han sido beneficiadas, pero no todas las que deberían de ser.
¿Cómo ha cambiado el contexto político a cuando ustedes presentaron la iniciativa en el 2015?
Por justicia tienen que aprobar el Ministerio de la Mujer porque la Seprem no ha hecho ninguna acción afirmativa a favor de las mujeres, no sabemos en qué se han gastado el presupuesto. Nosotras demandamos al presidente Giammattei, que tal como él lo ha manifestado en sus discursos donde aseguró que eliminaría la violencia contra las mujeres, nosotros le pedimos que pare con esa violencia institucional que él está cometiendo en contra de la Seprem. Los derechos de las mujeres y las leyes son progresivas, no regresivas. En este gobierno, en la toma de decisiones hemos visto que no hay personas que defiendan los derechos de las mujeres, comenzado por la pandemia. En nombre de la democracia y la justicia le pedimos al presidente Giammattei que deje de destruir la Seprem que es el camino para el Ministerio de la Mujer.
¿Cómo ha visto la apertura de la actual legislatura para aprobar esta iniciativa?
Para nosotras es importante los datos duros, los datos de la situación de las mujeres. No puede ser que haya 18 mil niñas entre 10 y 19 años siendo mamás, no puede ser que hayan 300 muertes en estos primeros meses por femicidios y que el papel del MP sea tan corto y tan poco efectivo en la persecución penal. Las mujeres necesitamos justicia en todas las medidas económicas, políticas y sociales que se están tomando. Lo que le pedimos al Congreso es que apruebe el Ministerio de la Mujer, le pedimos a las mujeres diputadas que en su condición de mujeres en donde también han sufrido discriminación, que apoyen el Ministerio de la Mujer no solo por ellas mismas, sino por las niñas y adolescentes que vienen detrás de nosotros y que deben tener mejores condiciones de las que nosotras hemos tenido. Por justicia y democracia es importante que aprueben este ministerio. Yo llamo a esas bancadas que hablan sobre la justicia porque este es el momento histórico para que aprueben la iniciativa 4976 que le va a dar a las mujeres la gran oportunidad de tener calidad de ciudadanas.
¿Cuál debe ser el perfil que debe tener una ministra de la Mujer?
El perfil ideal de la ministra es una mujer que tenga experiencia en política pública en favor de las mujeres, que tome la política nacional de promoción y desarrollo de la mujer como su escudo y la defensa de los derechos de las mujeres como su gestión. No es cualquier mujer, no es porque sea familiar, esposa del ministro o de un diputado. Debe ser una mujer profesional con un currículo de alto nivel, que tenga estudios demostrables en el tema de las mujeres y que haya trabajado por los derechos de las mujeres. Pedimos una mujer capaz que al frente del gabinete pueda defender las necesidades de las mujeres.