“Temieron por su vida, porque estaban diciendo que los iban a incendiar y a quemar”, dijo Pérez Molina en conferencia de prensa, en la Guardia de Honor.
Investigación
El presidente aseguró que están abiertos a las investigaciones de las autoridades judiciales.
“No tenemos nada que ocultar, lo que digan las instancias respectivas lo vamos a acatar”, agregó.
El ministro de la Defensa, Noé Ulises Anzueto, indicó que los efectivos que dispararon permanecerán en el Ejército hasta que haya una sentencia firme.
El director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Jorge Cabrera, también presente en la actividad, explicó que aún es prematuro determinar el calibre del arma que ocasionó la muerte a los campesinos y que se sabrá hasta que las investigaciones finalicen.
Niega intromisión
Pese a que la conferencia de prensa se ofreció en una sede militar y en conjunto con autoridades del Inacif y Jorge de León, de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), el gobernante negó que ejerza presión sobre estas instituciones.
“Yo les pido que evitemos suspicacias, lo que hicimos fue decirle al Ministerio Público y a la PDH ‘por favor vengan aquí, que se les va a dar toda la colaboración’ lo mismo con el Inacif”, expresó Pérez Molina, visiblemente molesto.
Las autoridades trasladaron en silla de ruedas al lugar de la conferencia a varios de los soldados heridos.
Ana Rosa Cervantes, soldado herida, narró: “Recibí una pedrada y cuando la población dijo que nos iban a quemar, nos tiramos al barranco, gracias a Dios, estoy viva”.
Los soldados fueron interrogados por fiscales que incautaron las armas, según el presidente.