Pérez Molina manifestó que no firmó las dos convenciones que se referían al racismo y la discriminación, porque “habían cosas con las que no estamos de acuerdo”.
Según representantes de la sociedad civil, esas convenciones abren paso a que se apruebe el aborto y los matrimonios entre las personas del mismo sexo.
Alexandra Sole, representante de la organización “Sí a la vida” felicitó al mandatario por no haber firmado las dos convenciones.
“Gracias, señor presidente, por ser tan valiente”, fue la principal consigna de las más de 250 personas que se congregaron frente al Palacio Nacional de la Cultura, hasta donde llegó Pérez Molina luego de una gira de trabajo por el departamento de Baja Verapaz.
Por otro lado, un comunicado firmado por al menos 42 organizaciones defensoras de la vida y del matrimonio entre hombre y mujer, califica de “acertada” la decisión política del Presidente de no haber firmado los dos convenciones contra toda forma de discriminación y tolerancia, y contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia.
“Estamos en contra de toda discriminación, pero no podemos permitir que bajo los supuestos de estar en contra de la intolerancia se acepten normas de carácter internacional sobre supuestos derechos que reclaman personas de conducta homosexual”, señala la nota.
Asegura que en la Constitución está garantizada la no discriminación y que era “innecesario” firmar los dos convenios internacionales.
“Expresamos nuestra satisfacción, ya que el gobierno ha tenido la suficiente capacidad de análisis y decisión política para decir no a esos proyectos”, afirma el comunicado.
Carlos Melgar, padre de nueve hijos y miembros de la organización “Familias numerosas”, también manifestó que el mandatario tuvo el valor y la ética de no suscribir las convenciones y de ratificar su rechazo al aborto y al matrimonio entre homosexuales.
En Guatemala la ley prohíbe el aborto, y aunque no existen datos oficiales, se calcula que cada año más de 60 mil mujeres de entre 15 y 49 años interrumpen de forma clandestina sus embarazos, con lo que ponen en riesgo su vida.
