“Hemos acordado reactivar de inmediato todos los mecanismos bilaterales en materia de seguridad y trabajar coordinadamente”, indicó el próximo gobernante guatemalteco, quien asumirá el poder el 14 de enero.
“La piedra angular de nuestra relación en años venideros será el abordaje de este delicado tema (crimen organizado y seguridad) para asegurar el crecimiento económico, el desarrollo social y la inversión extranjera y nacional”, dijo.
El político guatemalteco recordó que México y Guatemala comparten una frontera de casi mil kilómetros, llena de “desafíos y retos” pero también de oportunidades.
Detalló que abordó con Calderón temas de seguridad, migración, comercio, infraestructura, desarrollo fronterizo, energía, conservación de recursos naturales, y de desastres naturales.
Al respecto, consideró necesario “relanzar” las prioridades de la agenda binacional con México e identificar las acciones que deben ser adoptadas en el corto y mediano plazo.
Además, le expresó al presidente mexicano su disposición de respetar “el Estado de derecho y los derechos humanos, como punto de partida del desarrollo” de su país.
En materia migratoria, Pérez afirmó que es importante “trabajar por los migrantes, por que se respeten sus derechos humanos y por que no sean víctimas de vejámenes a su paso por nuestros países, ya sean del crimen organizado o de los mismos empleados o funcionarios públicos”.
Por su parte, Calderón insistió en que Guatemala es el principal socio comercial de México en Centroamérica, y que en los últimos 10 años el comercio bilateral creció de US$650 millones a US$2 mil millones.
“Debemos avanzar todavía hacia una mayor liberalización comercial” e “impulsar la movilidad de personas y mercancías”, sostuvo el mandatario mexicano.
A su vez, reconoció que el crimen organizado debe ser atacado “conjuntamente”, ya que los cárteles “actúan en ambos países”.
“En consecuencia, debemos mutuamente fortalecer nuestra frontera común y la seguridad en ella”, apuntó.
