César Sandino Reyes, Lesli Buezo y Juan Manuel Giordano encabezan la lista de los diputados que más han migrado entre bloques partidarios en el Congreso y no han presentado ninguna iniciativa de ley de su autoría.
Giordano, al anunciar su renuncia al bloque Todos, tercero en el que participaba, y sumarse a la bancada de Libertad Democrática Renovada (Líder), reconoció que lo motivaba “unirse al partido ganador”, el 27 de abril último. Intentó justificarse con una falacia futbolística: “Como Cristiano Ronaldo, el cambiar de equipo no lo hace mal jugador”, dijo Giordano.
Debilidad política
Para Juan Carlos Sanabria, politólogo de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), el transfuguismo solo confirma la débil estructura de los partidos políticos.
“Tiene un impacto directo en la imagen del Congreso, y contribuye a que se vea con menos confianza y credibilidad a la institución”, apuntó Sanabria.
El diputado Manuel Barquín, fundador de la Gran Alianza Nacional (Gana) y ahora militante del Partido Patriota (PP), reconoció el desgaste que sufre cualquier político tránsfuga.
“Es difícil poderlo justificar. Yo voy a cargar con la cruz, porque vengo de Gana, y en la estructura no hicieron caso a mis propuestas”, dijo Barquín, quien justifica su mudanza en la falta de atención.
El politólogo Renzo Rosal también señaló que los partidos políticos en la actualidad albergan a personas sin carrera política ni ideología alguna.
“Encontramos no más de 10 diputados de carrera, de perfil; el resto, son políticos no tradicionales con formación empírica y con intereses muy mercantilistas”, explicó.
Mal precedente
Sobre los constantes movimientos de diputados que por primera vez están en el Congreso, Rosal comentó que obedecen a una “escuela perversa” que ahora se disemina y refuerza la apatía de la población.
Sanabria también explicó que con la inestabilidad de las bancadas, el trabajo legislativo se ve afectado y contribuye a los pobres resultados legislativos.
Añadió: “Por un lado no se logra consolidar proyectos políticos programáticos de los temas desarrollados y contribuye a erosionar la confianza y la institucionalidad de las instituciones”.
Sin ideología
Las constantes migraciones de diputados como Giordano, Buezo y Reyes, según Carmen Ortiz, coordinadora del Programa de Opinión Pública de la Universidad Rafael Landívar, confirman los intereses que invaden las organizaciones partidarias.
“Una distorsión es el financiamiento —de las campañas políticas—, y no entran a los listados por méritos. Ahora sabemos que esas posiciones tienen precio, y es como una apuesta en cualquier juego. Van a invertir su dinero en aquel partido que les ofrezca más”, señaló Ortiz.
Según la politóloga, “el efecto es nefasto”, porque los diputados no llegan al Congreso a salvaguardar los intereses de la Nación, sino a “promover leyes en función de otros fines”.
José Fernández, subjefe del bloque oficialista, logró un escaño por el Listado Nacional para la actual legislatura, y según explicó, la disidencia partidaria solo se da en personas que nunca creyeron en el proyecto político que los respaldó.
“Cuando a usted le cuesta su elección y participación en un partido, es muy difícil que se quiera cambiar, porque el arraigo casi imposibilita el hacerlo. Cuando es producto de la coyuntura, sin vínculo ideológico, hace que no se tenga ningún tipo de respeto de cambiarse de partido”, dijo Fernández.
La escasa formación que dentro de los partidos se da a los afiliados, es otra de las causas del transfuguismo, acotan los expertos.
Se espera que después de la euforia del Mundial de Futbol, empiece otra desbandada de diputados hacia otras organizaciones, que les ofrezcan un mejor puesto en los listados de elección. La esperanza que se tenía de las “cara nuevas” está en entredicho.