Gloria López, directora electoral del TSE, informó que tecnificar los comicios no es viable para este proceso.
La legislación actual señala que la forma de emitir el sufragio es por medio de papeletas con el emblema del partido y la imagen del candidato.
El ciudadano ya conoce los colores de las papeletas y está definida la logística que se utilizará el día de los comicios.
López expuso que no se puede descartar el cambio tecnológico en el sistema de votaciones, pero no hay posibilidades en este momento.
Prioridades
Manfredo Marroquín, del Mirador Electoral, y Rubén Hidalgo, director del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, coincidieron en que hay prioridades para el evento electoral más que impulsar el voto electrónico.
Marroquín expuso que se debe mejorar el fondo más que la forma. Por ejemplo, el control del financiamiento a los partidos políticos, equidad entre las agrupaciones durante el proceso y el gasto en publicidad.
“En los años 1990 hubo tendencia a tratar de automatizar el voto, pero últimamente se ha revertido y se volvió al uso de papeletas”, expresó.
Hidalgo señaló que el voto electrónico es un recurso que facilita el proceso de votación al ciudadano, pero no suple la débil participación en comicios. “Los candidatos deben enfocarse en propuestas que motiven el voto, más que en pensar en tecnificar el proceso electoral”, añadió Hidalgo.
Tecnología
Marca tendencia
En el 2004, Venezuela se convirtió en el primer país del mundo en realizar una elección nacional con máquinas que imprimen el comprobante del voto y se tiene el resultado de los comicios de inmediato.
En el 2012, ese país volvió a marcar la pauta cuando efectuó la primera elección con autenticación biométrica del elector y la posterior activación de la máquina de votación. Otra de las facilidades de la plataforma tecnológica es la utilización de una boleta —electrónica— de votación convencional.
Los electores pueden pulsar en el nombre, el rostro o el partido del aspirante al cargo de elección popular.
Cifra
Q669 MILLONES 951 mil es el presupuesto del TSE.