El gerente del Inde, Marinus Boer, explicó durante una citación con Pop, que el contrato se otorgó de urgencia nacional a la empresa brasileña Intertechne, el 23 de diciembre último, porque en 18 meses no se pudo finalizar la licitación pública.
Boer señaló que el Estado “necesita” generar más energía para sostener el subsidio de la tarifa social, de lo contrario “el Inde se erosionará y se volverá insostenible”.
El gerente añadió que se contrató a una empresa internacional porque no existe en el país una con esa capacidad.
Pop pidió las copias de actas y el contrato con la empresa brasileña, y no descartó pedir la nulidad de este para que se adjudique a través de licitación.
Rechazo
Los pobladores, que también acudieron a la reunión en el Legislativo, aseguraron que el proyecto se adjudicó sin consultar a las comunidades donde se había llevado un proceso de información y consultas de buena fe desde el 2007.
Marcos Ramírez, de Uspantán, Quiché, resaltó que el mayor temor es que el embalse dañe tierras utilizadas para el cultivo de subsistencia.
“Si no se hacen las consultas como se debe a las comunidades, para ver si son aceptables proyectos de gran envergadura, no se permitirá su construcción”, afirmó.
Ramírez, quien fue alcalde de Playa Grande, Ixcán, del 2000 al 2008, recordó que en el 2007 una consulta indígena negó el permiso para edificar el proyecto hidroeléctrico.
Boer negó que el embalse cause daños en las comunidades; aseguró que el temor de los pobladores se basa en “datos desactualizados”.
“Ahora la tecnología permite que se hagan represas con un mínimo de embalse y bajo impacto ambiental”, señaló Boer.