Sin embargo, para los empresarios todo quedó en nuevas promesas incumplidas.

En febrero del año pasado surgió la noticia de que el presidente Portillo estaba trabajando en un acuerdo mediante el cual se impondrá un arancel único del 5 por ciento a todas las importaciones del país, con la finalidad de evitar el contrabando y liberar la economía.

Esto provocó controversia a lo interno y externo del país, debido a que en la vía de la liberalización comercial Centroamérica se encamina al establecimiento de aranceles únicos para todos los productos.

Poco tiempo después, en una cumbre con los mandatarios del Istmo, Portillo aseguró que no modificaría los aranceles de importación de forma unilateral.

Jorge Briz, presidente de la Cámara de Comercio, dijo que la acción asumida por el presidente es negativa a los esfuerzos de integración del Istmo y unificación de posiciones para negociar conjuntamente un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Europa.

En el Congreso

Asimismo, la tercera semana de diciembre un grupo de empresarios representantes del sector avícola y otras áreas que utilizan maíz amarillo como materia prima se reunieron con Arístides Crespo, jefe de bancada del Frente Republicano Guatemalteco, FRG, para pedir que no se elevara el arancel de importación o se creara un nuevo impuesto a este producto.

Los empresarios argumentaban que la producción local es mínima, y aunque la compren toda, obligadamente tienen que importar este producto para sus industrias, que, en su mayoría, trabajan con productos de consumo básico como huevos y cereales.

Crespo ofreció que el Congreso dejaría el tema detenido hasta en 2003, cuando se tomaría una decisión.

Sin embargo, el Ejecutivo le salió al paso y ayer entró en vigencia un nuevo arancel para este producto.

Para dirigentes del sector avícola, ésta también es una promesa incumplida ya que en el Congreso se había buscado un diálogo y un entendimiento.

Prensa Libre trató ayer de entrevistar a Byron Barrera, vocero presidencial, o a Luis Mijangos, Secretario General de la Presidencia, para que explicaran los argumentos de la decisión presidencial, pero ninguno atendió en su teléfono celular.

Antecedentes

En abril de este año, el presidente Portillo vetó la Ley de Bebidas:

? Entre sus argumentos dijo que no se debían gravar estos productos, a las puertas de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

? Asimismo, dijo que los nuevos convenios internacionales tienden a suprimir aranceles y facilitar la producción.