El poblador Hugo Valladares expresó: “Cuando hay problemas en ese lugar, los que vivimos en los alrededores tenemos que buscar refugio con familiares, porque nos da miedo”.
Afecta comercio
La comerciante Odalis Cámbara refirió que tenía un negocio frente al citado reclusorio, pero se trasladó a otro lugar, ya que los motines ahuyentaron a la clientela.
Ronal Paredes, otro poblador, indicó que pandilleros que llegan a visitar a internos cometen delitos al salir.
Aunque la PNC afirma que 36 reos ya recibieron condena, un agente a cargo de la seguridad de la cárcel señaló que la estrategia de los abogados es presentar recursos de amparo con el argumento de que la vida de su defendido corre riesgo si este es trasladado de prisión.
Lidany Martínez, presidente de la Asociación de Abogados de Jutiapa, explicó que otra causa del hacinamiento es que en esa prisión hay varios reclusos por delitos menores que pueden resolverse con una medida sustitutiva.
Como ejemplo expuso el caso de un hombre que está preso porque se le encontró un cigarro de marihuana en junio del 2014, pero el juicio está programado para el 8 de noviembre de este año.
La cárcel preventiva de la Comisaría 34, en la cabecera de Retalhuleu, tiene capacidad para 60 reos, pero en la actualidad están recluidos 154, de los cuales 13 ya fueron condenados.
Gerson Sánchez, encargado de este presidio, indicó que hicieron gestiones para que los sentenciados sean trasladados, pero no sabe por qué no hay avances.
La líder comunitaria Guadalupe de García manifestó: “Los juzgados posiblemente no hacen los traslados por temor a represalias”. Un juez dijo que en Retalhuleu sentencian pero en la capital se encargan de gestionar los cambios de prisión.
En Jalapa, la cárcel preventiva tiene capacidad para 80 reclusos, y tiene 209. Según los encargados, 68 reos ya están condenados, pero continúan en el lugar.
Faltan cárceles
Lo que agrava el hacinamiento es que algunos presos son trasladados desde El Progreso, debido a que en ese departamento no cuentan con cárcel.
El juez de Sentencia Víctor Manuel Cruz Rivera expuso que algunos reos no son trasladados por las apelaciones o amparos.
“Creo que la cárcel ya no debería estar en la ciudad. Supe, hace algunos años, que buscarían otro lugar para construirla, pero no sé qué pasó”, afirmó el vecino Juan José Carrillo.
Pobladores de Quetzaltenango indicaron que el centro preventivo de esa cabecera es una bomba de tiempo, ya que la sobrepoblación podría propiciar motines. Actualmente hay 333 reos en un espacio apto para cien.
“Si hay una riña, los vecinos podríamos salir perjudicados”, advirtió Marlon López, residente del área.
Edwin Ardiano, jefe de la Comisaría 41, también dijo que algunos presos han sido condenados, pero por amparos no han quedado firmes las sentencias.
Con información de: O. González / R. Miranda / H. Oliva / C. Ventura