Divididos en tres grupos, los 208 aspirantes sustentaron el examen.
Mientras las pruebas se efectuaban, los comisionados manifestaron sus preocupaciones sobre la semana de calificaciones, que concluye mañana.
Entre los integrantes de la comisión de CSJ hay temor de interposición de amparos por parte de los jueces, si es que la votación prevista para los próximos días los deja fuera de la contienda.
El presidente de la postuladora a salas de Apelaciones, Carlos Alvarado, externó junto a algunos comisionados sus dudas respecto de tomar una decisión radical al aceptar como aspirantes solo a la mitad de los postulantes.
Trascendió que el magistrado Luis Pineda trata de convencer de que el promedio quede entre 38 y 40 puntos como mínimo para integrar la lista de elegibles.
Comisionados que pidieron no ser identificados reconocen que hay creciente inconformidad por las calificaciones.
Pregunta difícil
“Marque lo primero que se le ocurra. No hay respuestas erróneas”, fue la instrucción que la psicóloga repitió. Cuando concluyó la prueba, Carlos Paredes, uno de los candidatos, exclamó: “¡Vaya pregunta difícil!”, al referirse al cuestionamiento de cómo reaccionaría ante una presión familiar en el trabajo.
Paredes es un abogado corporativo de 47 años y padre de gemelos preescolares. Se casó a los 40 y perdió a su esposa tres años después.