Además del luto y llanto de los familiares, no pasaron por alto los rostros de tristeza y consternación de autoridades y agentes presentes, la mayoría de ellos integrantes de la misma unidad de los fallecidos.
Prueba del repudio que causó el ataque fueron las palabras del director de la Policía Nacional Civil, Gerzon Oliva, quien, al dirigirse a los familiares y personal de la institución, dijo: “La Policía no descansará hasta no ver a los criminales puestos a disposición de los tribunales de justicia. La muerte de los agentes fue un asesinato vil y cobarde de personas que solo buscan crear un clima de violencia en el país”.
El ataque
El agente Hernández Quich murió en el lugar, en tanto que Rosales Sánchez expiró a las 23.30 horas del sábado último en el IGSS 7-19.
La presencia de los dos policías en la calzada Roosevelt y 39 calle, zona 11, el sábado último, habría frustrado alguna acción delictiva, y sería la razón por la que los atacaron, dijo ayer el ministro de Gobernación, Mauricio López, quien asistió a las honras fúnebres.
El informe policial refiere que hombres que se movilizaban en una moto les dispararon y después un vehículo los atropelló.
Añade que los agentes le hicieron el alto al conductor de un vehículo gris, placas P-042CBZ en la dirección donde ocurrió el ataque. Establecieron que las placas le pertenecen a un supuesto vehículo de alquiler.
En el momento que los policías solicitaban la solvencia, los hombres les dispararon. También la placa de la moto les aparece con orden de captura con fecha 30 de diciembre del 2012.
El ministro indicó que fue un ataque directo contra los agentes. Añadió que uno de los policías pudo haber comenzado una persecución, pero ignoran por qué no pidió refuerzos, como se establece en los protocolos.
Agregó que revisan las cámaras de seguridad en el área e investigan varias llamadas de alerta que recibieron sobre que personas en un vehículo gris cometían asaltos en el sector.
Ruta fatídica
El ministro dijo que la calzada Roosevelt ha sido una vía utilizada por delincuentes para sus acciones delictivas y también una ruta de movimiento para delinquir en otros sitios.
Por esa razón, buscan nuevos dispositivos de seguridad, que pondrán a funcionar en las áreas donde han tenido mayor incidencia.
Explicó que los ataques contra policías podrían seguir. “Lo hemos considerado. Cualquier agente que anda en cumplimiento de su trabajo es sensible a un ataque de la delincuencia o crimen organizado”, aseguró.