El incidente se registró en la aldea Champollap, San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, donde una turba de unas 150 personas capturó a los sindicados, quienes son señalados  de la muerte de Diana Maritza Orozco García, de 27.

Según el informe policial, Orozco falleció el 10 de este mes, a consecuencia de haber querido completar 40 días de ayuno, que supuestamente le ordenaron los capturados.   

Autoridades agregaron que tres hermanos menores de la fallecida se encuentran internados en el Hospital Nacional de San Marcos, ya que también participaban en el ayuno.

El informe de la Policía Nacional Civil detalla que la turba pretendía linchar a los dos supuestos religiosos, pero la intervención de los agentes lo impidió.

Añade que Diana Orozco García padecía de diabetes y para que se curara de la enfermedad, tenía que ayunar durante 40 días, pero falleció a causa de una desnutrición severa que le afectaba.

Gelvin García, detenido, afirmó que él y su esposa nunca obligaron a su familiar a ayunar; añadió que no son pastores ni brujos. “Somos gente de bien, mi prima estaba enferma y nosotros la apoyamos en las buenas y las malas, ahora mi tío Abigail Orozco nos da la espalda luego de que lo ayudamos”, manifestó.

Se informó que un juzgado ordenó que ambos quedaran en prisión, mientras se investiga el caso.

Caso similar

Griselda Maritza Guzmán, de 20 años, es una joven a quien familiares mantienen encadenada desde hace aproximadamente un año, en una vivienda en Nuevo San Carlos, Retalhuleu, pues aseguran que padece de problemas mentales, luego de que un espíritu maligno se apoderó de ella.

Familiares de la joven aseguran que Guzmán, quien cursaba segundo básico cuando empezó con el problema, asistía a una iglesia evangélica, pero luego de una actividad religiosa notaron un cambio radical en su comportamiento.

Victoria Ralda Ramírez, madre de la joven, dijo que en una ocasión Guzmán buscó un machete y atacó a sus familiares, pero con ayuda de vecinos lograron controlarla, por lo que luego la amarraron a un poste para evitar que hiriera a alguna persona.