Xultún está en el noreste de Petén, a 113 kilómetros de la Isla de Flores y a 620 kilómetros de la capital. Para llegar es necesario hacerlo primero a Tikal, luego recorrer 23 kilómetros hasta Uaxactún; por último, otros 28 kilómetros más por una carretera que es transitable solo en época seca.
Es reconocida por expertos, junto a San Bartolo —ciudad vecina, a dos kilómetros—, por poseer hermosos murales del período Clásico Temprano, que datan del año 300 d.C. al 900 d.C.
Monumental
En una reciente visita al país, William Saturno, investigador estadounidense de la Universidad de Boston y uno de los directores del proyecto de investigación San Bartolo-Xultún, dijo que la ciudad podría abarcar una extensión de 20 kilómetros cuadrados, bastante similar a Tikal.
Patricia Rivera, una de las directoras del proyecto, señaló que la ciudad aún es un enigma, pero por lo enorme de sus estructuras, que forman auténticos cerros en la selva, puede deducirse la importancia que llegó a tener desde el Clásico Temprano.
“Es una de las más grandes, pero curiosamente fue hasta hace poco que se iniciaron investigaciones”, afirmó la experta.
Rivera augura que las investigaciones de este sitio arqueológico cambiarán cuánto se conoce hasta ahora de la historia maya de la región noreste, pero que de momento aún no se cuenta con mayores detalles.
“No se puede ni siquiera inferir su nivel de importancia porque llevamos muy pocas investigaciones en comparación con la dimensión del sitio; para empezar, solo se estudia la relación entre Xultún y San Bartolo”, expresó la arqueóloga.
Dinastía Xultún
Las estelas encontradas en Xultún revelan una secuencia de reyes desde el Clásico Temprano. “Esto puede ser un indicador de los linajes que estuvieron presentes en la región y también puede dar indicios de que hubo contacto con regiones como El Naranjo”, refirió Rivera.
Las fechas inscritas en algunos monumentos revelan que hubo una secuencia dinástica de al menos 34 gobernantes, que abarcó 450 años.
Las investigaciones también destacan evidencia de que Xultún mantuvo contacto con ciudades como Tikal, Caracol, en Belice, o Los Alacranes, en México.
Sin embargo, el estudio de fechas o nombres se dificulta por el deterioro de la mayoría de estelas y monumentos encontrados.
monumental
La arquitectura de Xultún es calificada de monumental por los investigadores, ya que varias de sus cerca de cien estructuras son consideradas de gran tamaño, puesto que alcanzan los 30 metros de altura.
En el conjunto de edificios de la parte norte destacan estructuras como El Servilletero y la Pirámide del Sol.
Al este se ubican las estructuras J-5 y J-6; y al sur, J-7, J-8 y J-9.
El segundo grupo de pirámides se encuentra conectado con el primero a través de una calzada de unos 500 metros.
Este sector, formado por una plaza de gran tamaño, al suroeste se localiza un conjunto de palacios y una estructura alargada.
Un tercer grupo de monumentos se ubica al norte del sitio y está conformado por una acrópolis central y una serie de edificaciones, al parecer, residenciales.
No obstante, el hallazgo más importante hasta ahora en Xultún son los murales que contienen al parecer anotaciones calendáricas, indicó Rivera.
Son obras de arte del período Clásico Tardío, que actualizó mucha información con respecto del conteo del calendario maya. En este sitio se localizó la primera estructura dedicada a una especie de escuela de artistas especializados en calendarios.
Misterioso nombre
Según las evidencias halladas en Xultún, se calcula que esta ciudad fue fundada en el año 300 a.C. Por lo tanto, pertenece al período Clásico. Alcanzó su máximo esplendor del año 450 al 600 d.C., derivado de su ubicación geográfica y su topografía, ya que se ubica en áreas elevadas de Petén, rodeadas de bajos que favorecen la agricultura.
Los hallazgos revelan que el sitio entró en decadencia a partir del año 900 d.C., como consecuencia de la degradación del medioambiente y también de problemas sociopolíticos.
Persiste la polémica por el nombre de esta ciudad, debido a que el glifo emblema, encontrado aquí y en otros sitios, aún no tiene un significado claro. Según Alejandro Garay, de la Escuela de Historia de la Usac, una de las lecturas más aceptadas es la propuesta en el 2004 por los epigrafistas Garrison y Stuart: Baax Witz Ajau, lo cual se podría traducir como “Señor de la Montaña Pedernal”.
Después de cientos de años de permanecer sumergida en lo profundo de la Biosfera Maya, en 1915 fue descubierta por el agricultor Aurelio Aguayo y fue en 1920 cuando arqueólogos, encabezados por Sylvanus Morley, la nombraron Xultún, por la fecha inscrita en la Estela 10, que se traduce como “Piedra Final” o “Piedra de Terminación”. En ese año se descubrieron las primeras 17 estructuras; en 1921, cinco estelas más.
En 1974 hay una nueva incursión, en la cual Erick Von Euw descubre otras tres. También encontró una cancha de Juego de Pelota.
En 2008, el Proyecto Arqueológico regional San Bartolo-Xultún retoma las investigaciones y se descubren los murales dentro de las pirámides de Xultún.
Fundación
Investigaciones recientes en estelas mayas revelan que Xultún fue erigida a inicios del período Maya Clásico Temprano, año 300 D.C.
Alcanza esplendor
Xultún alcanza su apogeo mediante posibles alianzas y es cuando se produce la construcción de las pirámides de mayor tamaño, 450 a 600 d.C.
Declive
Al igual que otras urbes mayas, los problemas socio- políticos habrían causado la decadencia de Xultún, según elementos cerámicos hallados, año 900 d.C.
Descubrimiento
La ciudad es descubierta en 1915, se hacen investigaciones científicas parciales. En el 2008, el proyecto de investigación San Bartolo-Xultún retoma los trabajos, los cuales continúan.
Ciudades vecinas
El sitio arqueológico Xultún, ubicado a 620 kilómetros de la capital guatemalteca, ha sido poco explorado a lo largo del tiempo, pese a ser una ciudad de grandes dimensiones.
Se encuentra ubicada a ocho kilómetros de otra ciudad maya, San Bartolo, que también es reconocida por poseer hermosos murales y porque en fecha reciente se descubrió la existencia de una tumba.
Se calcula que el sitio San Bartolo tiene una extensión de dos kilómetros cuadrados y su investigación ha sido un tanto lenta, por lo que el grupo de arqueólogos dirigidos por William Saturno, de la Universidad de Boston, y Patricia Rivera, consideran que descubrir los secretos de Xultún podría llevarles entre 15 y 20 años más de trabajos.
Se sabe que Xultún tuvo interacción con Tikal (Sa’ah), debido a que el glifo emblema de esta ciudad se encontró en una estela. La naturaleza de esta alianza es poco clara aún, pero probablemente involucre el ascenso real de algún miembro de la dinastía Xultún, basados en la iconografía del trono de jaguar. Los monumentos también aluden al sitio b’u-k’a —Los Alacranes—, en México, y a un tal reino Ik, en alguna parte del centro de Petén.