El hombre que piloteaba el microbús que comenzaba la jornada laboral fue identificado como Ángel Augusto Pirir Tipaz, de 38 años, mientras que la mujer, que según información preliminar, era la única persona aparte del piloto que viajaba en el microbús, no fue identificada.
Aunque viajaba en el asiento del copiloto no se sabe si acompañaba a Pirir Tipaz o era una pasajera.
Aproximadamente es de 25 años y vestía un suéter beige, licra negra y zapatos azules, según Josbin Borrayo, vocero bomberil. Tanto la suegra como la esposa de Pirir Tipaz identificaron a su familiar, pero no conocían quién era la otra víctima mortal.
Las autoridades aún no cuentan con una hipótesis del hecho y se desconoce si el piloto fallecido había sido amenazado o si era extorsionado.
Incidencia
Los ataques armados en contra de trabajadores del transporte urbano y extraurbano son constantes. Con el de este viernes han ocurrido por lo menos cuatro en este año, tres de los cuales han tenido la particularidad de que sucedieron a primera hora de la mañana, a veces cuando ni siquiera había amanecido.
Apenas hace unos días, en la madrugada del 22 de marzo pasado, el piloto de un bus extraurbano falleció cuando fue atacado a balazos por sujetos desconocidos mientras esperaba pasaje en el centro de Fraijanes.
Dos días antes, el 20 de marzo, en otro hecho armado similar, piloto y ayudante de bus de la ruta que cubre Palencia resultaron heridos en otro incidente.
También a primera hora del 5 de marzo, un piloto y un pasajero de una camioneta fueron heridos de bala en un atentado que sufrieron dentro de la unidad mientras esta circulaba de Villa Canales a la capital. Ese mismo día, la Policía Nacional Civil capturó a tres personas que, aparentemente, pretendía cometer otro ataque armado en contra de transportistas.
En aumento
La Asociación de Usuarios del Transporte Urbano y Extraurbano señaló que este año ha aumentado la cifra de fallecidos en lo que va del año se contabilizan 52 muertos en incidentes armados ocurridos en unidades del transporte, entre ellos, ocho pilotos y seis ayudantes, así como seis usuarios.
La asociación contabiliza ataques no solo contra el transporte urbano de buses, sino también los ocurridos en microbuses, taxis y mototaxis.
Edgar Guerra, defensor del Usuario del Transporte de la Procuraduría de los Derechos Humanos, lamentó que pese a los esfuerzos, la violencia en contra de unidades del transporte sigue enlutando a familias guatemaltecas.
“Los esfuerzos han sido insuficientes y no han significado un cambio directo en la violencia en contra del transporte público”, expuso Guerra, quien criticó que la mayoría de estos hechos quedan en la impunidad.
Añadió que las extorsiones al transporte público se han convertido en el principal negocio para los delincuentes a tal punto que se calcula que al año puede generarles hasta Q300 millones.
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