A escala nacional tampoco hay regulación que centralice o coordine el registro de vehículos de alquiler. Ni siquiera la Dirección de Tránsito de la Policía lleva un control de licencias para la prestación de ese servicio. Se supone que debería ser de tipo A por llevar pasajeros, pero nadie la exige, y ello por no mencionar los cientos de taxis “piratas”, es decir, vehículos particulares, sin distintivo alguno, conducidos por propietarios o pilotos contratados por una cuota diaria.
De acuerdo con Mario Castillo, presidente de la Asociación de Empresas de Transportes Especializados de Guatemala (Asetegua), existen cerca de 50 empresas que prestan ese servicio, a las cuales se suman personas individuales que conducen su propio vehículo debidamente autorizado.
Descontrol
Gustavo Pardo, vocero del Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC), aclaró que en esa dependencia no se cuenta con datos relacionados con el servicio de taxis, porque es un asunto que lo maneja cada municipalidad, ya que está entre el traslado de competencias que se les hizo a los ayuntamientos.
Cada comuna es la encargada de regular y autorizar carros y pilotos de alquiler, y encargarse del control de los mismos.
“Aún no se cuenta con un medio o herramienta para estandarizar la cuestión estadística y así contar con un dato a nivel nacional, aunque ya se está trabajando en eso”, expresó Pardo.
El gerente general de Corporación Amarillo, Roberto Cantón, quien presidió Asetegua luego de su fundación hace cerca de siete años, aseguró que una de las intenciones de la asociación fue unificar criterios entre comunas y crear una base de datos de taxis autorizados.
“Peleamos con Tránsito para esto, pero no se dio. No existe una base de datos, y se llegó al momento en el que se perdió el control sobre los taxis en el país”, aseguró Cantón.
De acuerdo con el artículo 7 de la Ley de Tránsito, “el Ministerio de Gobernación podrá trasladar y delegar funciones que competen al Departamento de Tránsito con las entidades públicas o privadas mediante la suscripción de un convenio”.
En la capital, la encargada de supervisar taxis es la Empresa Metropolitana Reguladora de Transporte y Tránsito (Emetra), que tiene registrados seis mil 479 taxis en total y que instala retenes para identificar y multar a los “piratas”.
Abundan los ilegales
Según conteos aleatorios efectuados por Asetegua, la relación de taxis autorizados con los piratas es de 2 a 1. Es decir, que si en la capital circulan seis mil taxis, habría que sumar tres mil más que lo hacen de manera ilegal.
A esto se agrega el fenómeno de los mototaxis, que han colmado colonias de la capital, además de ciudades y comunidades de la provincia, y para los cuales no hay hasta ahora ningún reglamento ni se exige ningún tipo de licencia para conducirlos. De estos hay registrados 23 mil 379 para uso comercial. Hasta esta semana, cuando se emitió el reglamento de placas se creó la clasificación específica MT para esos triciclos motorizados.
Al igual que con la base de datos, Pardo aseguró que se tiene el proyecto de redactar un reglamento específico para mototaxis, que a menudo son relacionados con actos delictivos y trasiego de drogas.
Taxistas individuales
En el 2012, el concejo capitalino aprobó un nuevo reglamento para la prestación de servicios de taxi, que entró en vigor a principios del 2013.
El nuevo sistema permite que los interesados se inscriban directamente en la comuna, sin necesidad de acudir a las compañías existentes.
“Ahora, obtener un taxi en la ciudad es fácil, y hemos facilitado de cierta forma los procesos con la finalidad de que todos tengan una fuente de trabajo y lo hagan de una forma ordenada y disciplinada”, expresó Amílcar Montejo, intendente administrativo de Emetra, quien asegura que se seguirán dando autorizaciones.
Normas
“La cantidad de taxis en el país ha aumentado considerable y desmedidamente, debido a las reformas que las comunas han hecho al reglamento para la prestación de este servicio, haciendo más fácil que cualquier persona pueda desempeñar este oficio”, explicó Castillo.
De acuerdo con Cantón, una de las disposiciones de la Ley de Tránsito es que para que un vehículo opere como taxi, debe tener placas tipo A, es decir, de alquiler, pero esta norma no se respeta en las comunas, lo que facilita la piratería del servicio, fomenta la delincuencia y crea desconfianza.
“Desde que se creó la asociación, sostenemos reuniones periódicas con Tránsito de la municipalidad, y siempre se trata el tema de los vehículos piratas. En las visitas que hemos hecho, sí hemos visto que hay bastante carro pirata consignado”, expresó Castillo.
Viviana Zúñiga, jefa del Departamento de Transporte de Villa Nueva, en donde hay 307 taxis estacionarios legales, aseguró que los pilotos constantemente muestran su descontento por la competencia de los taxis ilegales que llegan desde municipios aledaños.
Gato y ratón
Montejo señaló que en la capital se consignan cerca de cinco taxis piratas a la semana. Estos son detectados gracias a vecinos que hacen las denuncias o a los puestos de registro instalados en tardes y noches.
El presidente de Asetegua aseguró que aunque no tienen total certeza de cuántos taxis piratas operan en el país, están muy seguros de que muchos de ellos están hasta mejor comunicados que muchas empresas.
“Se avisan por teléfono o radio dónde hay operativos, o se alertan de cualquier cosa que pueda afectarlos”, expresó.
Agregó que el horario usual de trabajo de esos vehículos no autorizados es a altas horas de la noche y madrugada, el espacio muerto que tienen las policías de tránsito.
Karin Elías, secretaria de la Comisión de Transporte de Quetzaltenango, agregó que tienen a su cargo el control del registro administrativo de las unidades, no así la verificación en los puntos asignados a cada uno y mucho menos el control de las unidades ilegales.
Conductoras
De los 330 conductores que laboran en Corporación Amarillo, entre 10 y 12 son mujeres, que suelen atender a ejecutivas y madres que ven en ellas una garantía de seguridad.
El director de Asetegua, por su parte, comenta que ver a una taxista es muy esporádico, sobre todo por la inseguridad y los asaltos, por lo que suelen conducir unidades que hacen recorridos contratados previamente. No obstante, eso representa un costo adicional, que es donde se abre la oportunidad a la oferta más barata, pero riesgosa, de los “piratas” del volante.
15,951 vehículos con placas de alquiler hay registrados en la SAT.
5,100 taxis rotativos tiene registrados la muni de Guatemala
1,379 Taxis estacionarios hay en la capital, según la comuna.
20 Mil taxis legales se calcula que hay en todo el país.
Inseguridad
Hechos delictivos
La Fiscalía de Delitos contra la Vida, del Ministerio Público, investiga la muerte de seis personas en las cercanías de un club nocturno en mayo del 2011.
El acto ilícito se cometió en un taller mecánico ubicado en la ruta 4 de la zona 4. Tres taxistas participaron en la extracción de los cuerpos de ese negocio. Los envolvieron en bolsas plásticas negras y los trasladaron en el baúl de los rotativos a un sector de la zona 8.
Después de haber participado en el hecho, los pilotos de los tres taxis fueron encontrados muertos.
En otro caso delictivo, de acuerdo con información del Ministerio Público, una banda de narcomenudeo en Escuintla hace uso de un taxi para movilizar armas de fuego, droga e incluso trasladar a los integrantes de la agrupación a los puntos de venta de los narcóticos.
Cuando el piloto del taxi involucrado en esos hechos es capturado o asesinado, recurren a la contratación de un nuevo piloto.
Hasta agosto último, 24 personas de esa estructura criminal habían sido capturados y sindicados por la muerte de cinco miembros del mismo grupo por alterar cocaína.
Así, hay muchos casos en los que trasciende la participación de un taxi y sus pilotos. También, el número de conductores asesinados es alarmante.
La semana recién pasada se conoció de que un ex jugador de futbol que se desempeñaba como taxista fue muerto a balazos en Chinautla.
Aumenta Riesgo
“Hay un problema desde el 2005. Se ha incrementado la inseguridad en el transporte de taxis. Antes solo se le autorizaba a las empresas a solicitar un número a la municipalidad; ahora, cualquier persona va y pide un número. Se ha vuelto un problema poder controlar un taxi. Esto ha provocado que la delincuencia sea mayor”, expresó Mario Castillo, presidente de Asetegua.
El gerente general de Corporación Amarillo, Roberto Cantón, comentó que la idea de los taxis amarillos y operar mediante un centro de llamadas empezó con el concepto de brindarle mayor tranquilidad a las personas, y de hecho los clientes respondieron bien, tanto que el negocio creció. Hoy cuentan con cerca de 330 conductores.
En la capital, hay una unidad de la Policía Municipal de Tránsito encargada de supervisar que los taxis operen dentro del marco autorizado, pero no son de su competencia los temas relacionados con delincuencia o cobros.
Quetzaltenango
Regulación poco efectiva
Por Alejandra Martínez
La Comisión de Transporte de la Municipalidad de Quetzaltenango tiene registrados 469 taxis, de los cuales 41 figuran como rotativos y el resto como estacionarios.
Sin embargo, de acuerdo con la Asociación de Propietarios de Taxis de ese departamento, el desorden municipal ha llegado al límite de no contar con un registro real del total de unidades autorizadas.
Carlos Cojulún, presidente de la Asociación de Propietarios de Taxis del departamento, dijo que no es factible que se tenga solo esa cantidad de unidades autorizadas, ya que datos de hace 10 años contabilizaban más de 400 unidades, números que no concuerdan con el crecimiento de la ciudad, porque ellos calculan que hay más de mil.
“La realización de contratos es tardía y sin atención de las autoridades, porque hacen cambios constantes en la comisión que está a cargo. No manejan un control de los parqueos existentes y, además, no regulan la cantidad de taxis piratas en la ciudad, que son alrededor de 400, que funcionan sobre todo en la noche sin control alguno”, explicó Cojulún.