Juan Manuel Monterroso, residente del barrio Las Delicias, expresó: “Cuilapa pasó de ser un pueblo tranquilo a uno con excesiva violencia, delincuencia, drogas, y foco delictivo de pandilleros que se dedican a saquear casas y abrir vehículos. Las autoridades saben dónde venden las cosas, y no hacen nada”.
Cae roca gigante
Según los vecinos, los sismos han afectado a la mayoría de la población, al extremo de que el sábado último cayó una enorme piedra, de unas 3.5 toneladas, sobre una vivienda.
“Gracias a Dios no pasó mayor cosa. Aunque mi casa se destruyó, mi familia está bien, porque una de mis hijas le dijo a mi esposa que salieran a la calle, y fue cuando oyeron un ruido que no dio tiempo de nada; y cuando sintieron, la piedra cayó sobre la casa”, dijo Wilson Chun, propietario del inmueble.
“Lo que circula en el pueblo son datos no científicos, y la población necesita algo real, un informe de gente que sepa”, comentó Julio Morales, otro poblador.
Agregó: “Ya no se puede vivir aquí, hay muchos temblores, muchos rumores y la Conred (Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres) no informa qué va a pasar; mejor mandé a mi familia a vivir a otro lado. Yo me voy a quedar mientras consigo otro trabajo; ya no quiero estar aquí, porque estamos inseguros, y hay mucho crimen”.
Miriam Pineda, del barrio Las Delicias, también expresó su angustia por vivir en ese lugar, pero no tiene otro a dónde trasladarse. “Dormimos en la calle, porque no podemos dejar sola la casa, sino los amigos de lo ajeno nos dejan sin nada”, manifestó.
Miembros de otras familias, como la León Godoy, no acuden a un albergue, para cuidar sus pertenencias.
Esa familia duerme en el patio de su casa, aunque adentro, en una esquina, tienen un altar a la Virgen del Rosario. “Todas las tardes le pedimos que nos libre y que cuide a todas las personas de Cuilapa, que ya no sigan los temblores”, dijo Judith Godoy.
Siguen los movimientos
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) reporta que desde el 19 de junio se han registrado cuatro mil 295 sismos y microsismos. El último sensible fue el sábado recién pasado, a las 3.57 horas, de 4.1 en la escala de Richter.
“Se recomienda a la población mantener la calma, ya que debido al comportamiento de la actividad, podrían darse eventos similares a los que ya se han registrado”, indicó el Insivumeh.