Según el arzobispo, es la segunda masacre, porque en mayo del 2011 fueron ejecutados 27 campesinos en un ataque atribuido a los Zetas, en la finca Los Cocos, La Libertad, Petén.
Vian recordó que en su carta pastoral El Grito de la Selva, en el 2000, se advertía de que “se estaba llenando de narcotraficantes, y no se hizo nada en contra de esto, a pesar de que se señaló de que ya Petén era tierra de nadie, y tierra sobre todo de los narcotraficantes”. El prelado fue obispo-vicario apostólico de ese departamento de 1996 al 2007.
Vian comentó: “Es lógico que después de 14 años se sigan peleando por los territorios y por el tráfico de drogas en Petén”. Agregó que se dificulta combatir esa actividad por lo extenso de la frontera con México y Belice y porque en ese departamento hay poca seguridad, pero sugirió que las acciones deben hacerse “con más autoridad”.
Siguen investigación
El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, dijo que se asignó seguridad especial para los parientes de las víctimas del ataque, y reconoció que falta coordinación interinstitucional para evitar esos hechos, en esta zona que se considera de alto riesgo.
Agregó que tienen información de que “un grupo de 20 hombres” perpetró la matanza y que las líneas de investigación apuntan a un ajustes, de cuentas o problemas de tierras.
El alcalde de San Luis, Petén, Sergio Díaz, indicó que con pobladores solicitarán al Gobierno que instale un destacamento militar en esa ruta.
Según investigadores policiales, el objetivo de los atacantes era uno de los hijos de Samuel Xo Xo, a quien tildaban de ser el responsable de la muerte de cuatro campesinos en El Naranjal, Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, pero arremetieron contra su familia.
Carta pastoral
El Grito de la Selva fue emitida en el 2000.
En esta se cuestiona la destrucción de recursos naturales y mal trabajo en agricultura.
Refiere que”en los últimos años hay un hecho que agrava el drama y la destrucción: el cultivo de plantas estupefacientes y el narcotráfico. Es opinión generalizada que Petén es productor pero sobre todo puente de tráfico; que existen pistas clandestinas”.
Agrega: “¿Quiénes se benefician de los cultivos de drogas y su tráfico por este corredor? ¿Quiénes protegen y defienden a los traficantes? La mayoría de las veces se soluciona engañosamente al castigar a pobres peones de este trabajo, pero grupos poderosos se esconden en la ilegalidad”.