Con ello la tasa de homicidios a escala nacional se ubica en 32 por cada cien mil habitantes, en tanto que el año anterior fue de 37.
Femicidios a la baja
En lo que se refiere a las acciones contra la vida de las mujeres, según datos oficiales al 15 de diciembre último se registraron 544, y en el 2011 fueron 610.
Lo anterior representa 11 por ciento menos, equivalente a 66 muertes.
Para la PNC, esas cifras constituyen un logro del período que concluye.
Para el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, la reducción de la tasa de “homicidios violentos”, como él le denomina, es un “éxito”.
El funcionario considera que eso se debe a que, con “limitantes”, se enfocaron en las áreas de mayor incidencia criminal, así como con el establecimiento de las fuerzas de tarea.
“Estamos alcanzando 10 por ciento global, y bajar en cinco la tasa de homicidios violentos es un éxito”, afirmó el funcionario.
Reconoció que no podían atender todo el fenómeno criminal en todos los lugares, y hubo necesidad de concentrarse en donde había 50 por ciento de incidencia, que correspondió al departamento de Guatemala.
Adicionalmente, la integración de las cinco fuerzas de tarea temáticas, así como el trabajo en conjunto con el Ministerio Público (MP) y el Ejército, dio como resultado la desarticulación de más de 85 bandas criminales y más de 700 capturas de personas vinculadas con hechos delictivos.
“En el departamento de Guatemala descendió la incidencia criminal un 18 por ciento de los homicidios violentos, y cuando nos concentramos en la capital, llegamos hasta 23 por ciento”, sostuvo el jefe del Interior.
Ensombrecen cifras
Pese a los logros durante el 2012, hubo casos paradigmáticos que ensombrecieron los resultados.
Por ejemplo, la muerte violenta entre enero y junio del 2012 de al menos ocho mujeres, en donde se determinó que se utilizó el mismo patrón y cuyos cadáveres fueron encontrados en los alrededores del Cerrito del Carmen, zona 1 capitalina.
Un caso de impacto que indignó a la población fue el ataque ocurrido el 9 de octubre último contra dos familias en Las Escobas, Villa Canales, en donde murieron siete de 12 integrantes de dos familias.
Asimismo, el 2 de septiembre, una mujer y dos de sus hijas fueron encontradas desmembradas.
Sus restos fueron lanzados en dos pozos situados en el callejón Carrito, El Pajón, zona 7 de Santa Catarina Pinula.
Otras partes fueron halladas en un terreno baldío cercano al lugar, mientras que una cabeza y un brazo fueron encontrados en La Ciénaga Grande, San José Pinula.
Las víctimas fueron identificadas como Karen Paola y Jessica Lima Arsenio, de 14 y 15 años de edad, respectivamente, y su madre, Toribia Arsenio Pérez, 38.
Por edades
Por aparte, información detallada por edades, a la cual tuvo acceso Prensa Libre, arroja que el rango de edad en que se cometieron más delitos contra la vida son entre 18 y 59 años.
De esa cuenta, se contabilizaba hasta noviembre último que entre 18 y 29 años hubo dos mil muertes violentas, y de 30 a 59, dos mil 93.
En el 2011, las cifras más altas se dieron en los rangos de 18 a 25, mil 791; de 26 a 35, mil 752, y de 36 a 59, mil 380.
Otro dato relevante lo constituyen las muertes de menores de edad, que se ubican en 354, respecto de las del año anterior, que llegaron a 437.
En cuanto a que la mayor cantidad de homicidios se cometió entre 18 y 59 años para el período de enero a noviembre del 2012, el ministro justificó que eso obedece a que es la etapa en que las personas se involucran en actividades económicas, y por ello la cifra aumenta.
Aclaró que no hay respuesta específica a los hechos, porque hay diversas maneras de interpretación.
“Es una interpretación más cualitativa, y yo me voy un poquito más a ver la estadística fría, los porcentajes que tiene, y sobre esta base decir qué fue lo que nos funcionó a nosotros”, sostuvo López Bonilla.
Cifras del 2011
Según el último estudio del Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM), la cifra de féminas muertas de manera violenta en el 2011 fue de 660.
El informe refleja un descenso, pues hubo 35 muertes menos que en el 2010. Sin embargo, hay aumento en la saña, pues muchas de las víctimas mostraban señales de tortura o estaban desmembradas.
Además, el informe detalla que la mayoría de cuerpos fueron hallados en la vía pública, y que el principal sospechoso es la pareja, exconviviente o un familiar cercano.
Datos del Centro de Investigaciones Económicas Naciones indican que por cada 10 muertes, nueve son hombres y una mujer.