De los fundadores de Prensa Libre, Salvador Girón Collier era el de mayor edad y ejercicio periodístico en 1951, pues desde el lejano 1923 se había iniciado en la crónica deportiva, actividad noticiosa desde la cual siempre apoyó en forma
irrestricta todas las manifestaciones del deporte de Guatemala, con énfasis en la actividad amateur.
Por ello fue justicieramente calificado de precursor y decano de la prensa deportiva guatemalteca, ya que fue maestro en el área de la crónica deportiva. Sus enseñanzas, que impartió sin ningún egoísmo, fueron una visión futurista que dio y está dando frutos dentro del periodismo deportivo del país.
La labor de Don Salvador fue bien conocida en el deporte nacional y la Prensa, ya que fundó, en 25 años de trabajo, las secciones y páginas deportivas de El Imparcial, varias revistas, El Liberal Progresista, Excélsior, Diario de Centro América y La Nación.
Dentro de esa larga y prolífica actividad también se debe recordar que participó en la fundación del primer noticiero deportivo radial del país y fue uno de los fundadores de la Asociación de Cronistas Deportivos y de Locutores Deportivos de Guatemala, así como de la Asociación de Periodistas de Guatemala.
Don Salvador, de corazón digno y afable, dejó una brillante trayectoria en el periodismo nacional y realizó una fructífera jornada en este diario. Hizo escuela de periodismo con su propia obra, su ejemplo, y dio a Prensa Libre, desde su fundación, los mejores años de su vida, con su acendrada experiencia y su tesonero esfuerzo; primero, como jefe de la sección deportiva, luego como gerente general y después como gerente de Circulación, hasta 1978, donde logró posicionar al diario como el de mayor circulación en Guatemala.
Era hombre sencillo, con esa naturalidad de quienes aprendieron a vivir sin dobleces, simulaciones ni necias vanidades. Rehuyó a la ostentación y el oropel. Prefería las cosas llanas, los gestos francos, sin presunciones y las cuentas claras. Como administrador de este periódico, le correspondió organizar los diferentes departamentos, establecer normas de trabajo y ensayar nuevas modalidades operativas y de control para aprovechar al máximo los recursos disponibles. Trabajó mucho tiempo sin horario fijo, límite de tiempo o regateo de esfuerzo. Como gerente de Circulación estableció modalidades entonces poco conocidas.
Admiraba a los atletas profesionales, por su destreza o por su fuerza. Para él, la justa deportiva debía mantenerse fuera del ámbito materialista y ser un juego del músculo y del espíritu, sin otro interés que el perfeccionamiento.
Don Salvador recibió valiosos reconocimientos en sus 50 años de periodismo, y en el 2001, cuando Prensa Libre arribó a su cincuentenario, y él a su centenario, la Asociación de Cronistas Deportivos lo nombró Cronista Deportivo del Siglo XX, y la Hemeroteca Nacional bautizó la sala de revistas con su nombre.