El Estado es el mayor empleador del país y por ende el que más debería aportar al financiamiento del IGSS; sin embargo, desde la creación del IGSS las diferentes administraciones gubernamentales no han atendido al cumplimiento de su compromiso con el seguro social y a la fecha se ha arrastrado una deuda histórica.
Las reclamaciones del IGSS se han dado a lo largo de su historia, por ejemplo, en el temprano año de 1955 demandaba el cumplimiento de la Municipalidad capitalina sobre el pago de sus contribuciones, hasta el extremo de solicitarlo por la vía judicial. A pesar de que el IGSS había realizado el cobro administrativamente, la municipalidad guardaba silencio sobre el adeudo.
Diez años después, la situación se repetía tal y como una nota publicada en Prensa Libre el 6 de julio de 1965 titulaba: “Elevada Deuda” e informaba sobre la deuda de la comuna metropolitana la cual ascendía a un millón de quetzales en concepto de cuotas patronales. La municipalidad pagaba en ese entonces Q18 mil mensuales de cuota patronal, la cual le era imposible pagar a cabalidad.
En ese entonces se hablaba ya de una deuda existente del Estado con el IGSS y se estudiaba la posibilidad de que la deuda municipal la absorbiera el Estado.
En 1969 la deuda de la comuna se había elevado a más de Q2 millones reconociéndose que la misma venía desde el año 1958 y se mantenía a pesar de la concesión del terreno al IGSS para la construcción de su oficina central y que fue tomada como parte del pago de la deuda.
En 1971 el adeudo de cuota patronal era de Q3 millones 23 mil y la comuna ofrecía traspasar el predio que ocupó el antiguo mercado del Guarda Viejo en la zona 8 para construir una subcentral de ambulancias.
La situación con la comuna capitalina se agravaba y en 1983 se fijó un convenio de pago para que se realizara el pago de la cuota patronal, la cual a 1987 ascendía a Q16 millones, lo cual ante el incumplimiento se amenazaba con suspender las prestaciones de los jubilados. De 1983 a 1994 se cancelaron únicamente Q400 mil y se incumplió el pago de las cuotas mensuales de Q150 mil mensuales.
Durante la administración de Óscar Berger, en 1994, la municipalidad fue demandada en los tribunales y además se solicitó retirarsele el antejuicio al alcalde para que respondiera por la deuda pendiente. Berger indicó que ese trámite tenía más tinte político y que buscaba desprestigiarle.
Aumento
En julio de 1987 trascendía el reclamo del IGSS al Ministerio de Salud Pública quien adeudaba Q39.5 millones. El reclamo se había elevado a la Corte de Constitucionalidad ya que la cantidad estaba asignada en el presupuesto general de gastos de la Nación, precisamente como cuota patronal. En ese entonces la deuda del Estado con el IGSS era de más de Q400 millones.
En enero de 1997 se informaba que el seguro social tenía hasta esa fecha más de 21 mil procesos por incumplimiento de la cuota laboral y patronal equivalentes a más de Q2 mil millones. El Estado y la comuna capitalina eran los principales deudores y lo grave del asunto era que en sus respectivos presupuestos no habían incluído las cuotas patronales y laborales respectivas, argumentando carencia de recursos.
En diciembre de 1999 trascendía que la deuda al IGSS era de Q3 mil 630 millones entre el Estado, la iniciativa privada y varias municipalidades.
A Agosto de 2003 el Estado le adeudaba Q7 mil millones al IGSS además las municipalidades y entidades descentralizadas debían Q185.2 millones, las empresas privadas adeudaban Q287 millones.
Deuda histórica
Hace 10 años, en 2006, el Estado debía al IGSS Q10 mil 259 millones de cuota patronal desde el año 1956. En la administración de Óscar Berger se comenzó a pagar la parte patronal, siendo una situación inédita ya que los anteriores gobiernos no se había cumplido con ese precepto establecido en el artículo 100 de la Constitución Política de la República.
Paradójicamente, la administración de Alfonso Portillo pagó Q100 millones por año, pero durante su gestión la institución fue saqueada por Q350 millones. Las siguientes administraciones han cumplido con la cuota patronal pero la deuda histórica se mantiene sin ser abonada.