Monseñor Casariego recibiría el capelo cardenalicio, simbolo de su dignidad de principe de la iglesia católica durante una ceremonia que sería celebrada en la Basilica Mayor de San Pedro, en Roma.
Junto al arzobispo de Guatemala, otros 34 dignatarios eclesiásticos serían elevados al sacro colegio cardenalicio. La noticia de su ascenso a la posición en la iglesia católica, le fue proporcionada a monseñor Casariego por el nuncio aposto?lico de Su Santidad acreditado en nuestro país, monseñor Girolamo Prigione, despues de haber recibido una notificación telegráfica de la Santa Sede, donde se ordenaba informar al interesado bajo secreto de santo oficio.
Por ese secreto, la noticia revistió carácter de oficio hasta las 5 horas, 12 meridiano de Roma, en la que fue informada la prensa mundial acreditada en esa ciudad acerca de la decisión del Papa Paulo VI de aumentar el numero de cardenales.
Habla el purpurado
“Recibo este homenaje inmerecido sabiendo que se trata de un honor para Guatemala y Centroame?rica y estando seguro que soy la persona que menos lo merezco” indicó monseñor Casariego en la sala del palacio arzobispal. La plática con el arzobispo de Guatemala se vió interrumpida por frecuentes llamadas teleónicas de personas que patentizaban sus felicitaciones por el nombramiento recibido.
“Es todo cuanto tengo que decir”, dijo monseñor. “Solo envio mi bendición y saludo fraternal a todo el pueblo católico de Guatemala, de quien soy el mas humilde servidor. Les ruego a todos que recen por mi persona, para que pueda seguir sirviendo a la causa de la iglesia con humildad y con el entendimiento clalro, como sólo lo puede inspirar Díos” puntualizó.
Por el carácter del nombramiento, Casariego indicó que seguiría en sus funciones como arzobispo metropolitano, ya que el cardenalato era un título honorífico y no implicaba dejar su cargo actual.
Monseñor Prigione tambien fue entrevistado y explicó las caracteristicas especiales del cargo recaído en el arzobispo de Guatemala.
El cardenalato, dijo, es la más alta distinción de la iglesia católica. Es un titulo honorifico conferido a los prelados que a juicio personal del Papa reinante, se han hecho acreedores a la distinción por su actitud en defensa de la iglesia y por sus méritos personales.
Además agregó que se toma en cuenta el aspecto goegráfico. Centroamérica no habia tenido nunca un cardenal y a esa circuntancia había que agregar el hecho que monseñor Casariego se habia destingido precisamente por su defensa a la iglesia, por lo que se habia visto en peligro su vida y puede interpretarse esta distinción, como un símbolo de adhesión de Su Santidad, hacia la actitud tomada por monseñor Casariego durante el ejercicio de su misión arzobispal.
El capelo cardenalicio se le entregaría a los elegidos por el Santo Padre , durante una ceremonia especial llamada consistorio, que se celebraria en la iglesia de San Pedro, en Roma.
Los nuevos cardenales pasan ante el Papa, quien le impondrá el carpelo púrpura, previo, juramento especial de defender la causa de la iglesia católica, hasta con su sangre.
Monseñor Casariego, lo mismo que los 34 electores, se convierte automáticamente en miembro Sacro Colegio Cardenalicio que puede ser definido como una especie de senado, al cual el Papa consulta algunos problemas si asi lo desea.
La más importante misión del sacro colegio es la elección del Papa cuando el lugar está vacio por la muerte del antecesor, asi mismo tiene la obligación de llegar a Roma cuando el Papa lo ordene, agrego ya sea personalmente o en conjunto, para celebrar reuniones especiales.
Cuando es electo cardenal un eclesiástico que está fungiendo como nuncio en algún país automáticamente se cancela su cargo y marcha a la Ciudad del Vaticano para hacerse cargo de algún cargo especifico en esa ciudad. De otra manera, el cardenal se queda ejerciendo las funciones de obispo o arzobispo, tal como la hacia antes de recibir la distinción.
Monseñor Paupini durante un tiempo nuncio de Guatemala y luego con el mismo cargo en Colombia, fue otro de los selecconados por el mismo pontífice.
Reseña Biográfica
Monseñor Mario Casariego llego a la cúspide de su carrera sacerdotal iniciada el 19 de julio de 1936 en San salvador, fecha en que recibió de manos de monseñor José Alfonso Belloso y Sánchez la orden respectiva.
Casariego nacio en Figueras, Oviedo, Asturias, España, el 13 de febrero de 1909, hijo de Mario Casariego y Agueda Acevedo. Al morir sus padres, fue llevado a Puebla y Guatemala por un tío suyo quien falleció después, con lo que el pequeño Mario, sufrió toda clase de padecimientos hasta haber sido adoptado por el doctor Baltazar Estupinia?n y su esposa, Amelia de Leo?n, quienes a su vez lo confiaron al presbi?tero Mariano Rossell Arellano, capella?n de Santa Clara, en ese tiempo (1920).
Durante su peri?odo sacerdotal permaneció en El Salvador Honduras y Guatemala distingiendose por sus diversas actividades en pro de la iglesia, que le representarón el ma?s alto aprecio de las autoridades de la orden somasca a que perteneció y de la iglesia en general.
El 27 de diciembre de 1953 fue consagrado como obispo por el Papa Juan XXIII, despue?s de lo cual se trasladó a Guatemala donde se le nombró director general de acción católica y vicario general.
Asistió a las tres sesiones del Concilio Vaticano Segundo y ha sido objeto de varias condecoraciones: Comendador de la República de Italia; orden del hermano Pedro de Bethancourt; cruz al mérito de la República Italiana y oficial de la orden del quetzal. Además participó en el cónclave de la elección del Papa Juan Pablo II en 1978.
El cargo de arzobispo de Guatemala lo desempeño desde la muerte de monseñor Mariano Rosell Arellano el 10 de diciembre de 1964. Falleció en Guatemala en el ejercicio de su arzobispado el 15 de junio de 1983. Se encuentra sepultado en el interior de la Catedral Metropolitana.