Eva Duarte nació el 7 de mayo de 1919, en una provincia de Buenos Aires, y a la edad de 15 años decidió trasladarse a la capital argentina para cumplir su sueño de convertirse en actriz.
En 1944 conoció a Juan Domingo Perón, que llegó a ser tres veces presidente de ese país, y comenzó a desarrollar una intensa actividad política que la convirtió en interlocutora con los sindicatos, impulsó el voto femenino y desarrolló una importante labor social a través de la Fundación Eva Perón.
Luego de su muerte, el 26 de julio de 1952, con 33 años, víctima de cáncer, su cadáver fue secuestrado y escondido durante 20 años, hasta que fue devuelto a su familia para su sepultura en el cementerio porteño de la Recoleta.
Su deceso dio nacimiento al mito. Su leyenda recorre el mundo, y en el 60 aniversario de su muerte revive la controversia que siempre rodeó a la niña pobre que se convirtió en un ícono.
Algunos la consideran una santa por la labor social que desarrolló al frente de su fundación. Otros, por el contrario, creen que la suya fue una tarea de demagogia a favor del proyecto político que encarnó su esposo.
Sus enemigos aseguran que no fue más que una actriz mediocre con aires de grandeza, que buscó vengarse de quienes la humillaron durante su juventud casándose con el hombre más poderoso de Argentina.
Tumba solitaria
El cementerio de la Recoleta, en el barrio del mismo nombre, es uno de los más tradicionales de Argentina. Muchos de los nombres grabados en los panteones pertenecen a personajes importantes de la historia de ese país.
En medio de estas ricas construcciones de mausoleos hay una, más bien modesta, cubierta en mármol negro, con la inscripción “Familia Duarte”. A pesar de que no se puede comparar con la magnificencia de las que la rodean, es la más visitada del camposanto.
Decenas de argentinos y visitantes extranjeros pasan frente a ella cada año para conocer el lugar en el que finalmente descansan los restos de la legendaria Eva Duarte de Perón.Sesenta años después de su muerte, sigue presente en el recuerdo de muchas personas.
El 26 de julio del 2006 se inauguró en Buenos Aires el museo Eva Perón, donde se exhiben muchas de sus pertenencias personales, pero también las fotografías, los libros y los objetos que dan testimonio de su época.
Más allá de esta herencia material, los admiradores de Evita creen que su legado sigue presente y que, definitivamente, modificó la historia de Argentina durante más de medio siglo.
Gobierno populista
Muchos argentinos, en cambio, creen que Evita y su esposo comenzaron un estilo de gobierno populista, que derrochó la riqueza de la nación únicamente en función de su proyecto político, repartiendo riqueza en lugar de generarla.
“Al final de la Segunda Guerra Mundial, el Banco Central estaba lleno de lingotes de oro. Esa riqueza se acabó, se dejó de distribuir y se produjo un derrumbe en Argentina”, dijo Luis Zamora, exdiputado de izquierda, quien se define como crítico del matrimonio Perón.
Sin embargo, el recuerdo de una época de abundancia todavía es aprovechado por políticos a la caza de votos. Evita es una referencia para los que añoran el regreso de un gobierno que reparta zapatos y ropa a los niños pobres.
“La imagen de Eva fue usada para ganar votos incluso antes de su muerte; muchos tergiversan la historia para aparecer como muy cercanos a ella”, declaró Carolina Barry, licenciada en Ciencias Políticas.
El exsenador Antonio Cafiero, que se desempeñaba como ministro de Comercio Exterior en el primer gobierno de Perón, dijo: “Hoy en día hay dos clases de argentinos: los que siguen amando a Evita y los que no la aman ni la reconocen, pero la respetan”.
Resalta faceta
El historiador y escritor argentino Felipe Pigna, autor de una nueva biografía sobre Eva Duarte, segunda esposa de Juan Domingo Perón, explicó que trató de rescatar su faceta política y retratarla como “sujeto histórico”, en vísperas del 60 aniversario de su muerte.
“Evita ha sido bastante maltratada por las biografías. Se le trató como un apéndice de Perón, y tuvo un gran poder independientemente de Perón”, afirmó el escritor durante la presentación de Evita, jirones de su vida —Planeta—. Pese a los años transcurridos desde su muerte, Evita genera aún grandes “resistencias”, agrega el escritor.