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Grandes figuras olímpicas

Desde que en el año 776 a.C. se iniciaran los Juegos Olimpicos hasta nuestros di?as, muchas han sido las ediciones y en todas ellas se han descubierto he?roes o heroi?nas del deporte. 

Estas reuniones atle?ticas han demostrado que los hombres y mujeres del planeta Tierra, por encima de cualquier consideracio?n, se pueden reunir en paz con un objetivo u?nico: la superacio?n.

Mucho ha variado el mundo desde que los diversos pueblos helenos declaraban la tregua sagrada  para disputarse la corona  de laurel en los estadios,  pero tambie?n muchas han  sido las normas que han permanecido invariables en el espi?ritu oli?mpico.

Se celebran cada cuatro años, solo interrumpidas por las guerras mundiales, casi siempre entre los meses de julio, agosto o septiembre, y contienen diversos deportes de todo tipo para dilucidar quie?nes son los mejores.

El france?s Pierre de Coubertin fue el impulsor de este espi?ritu que se traduce en el eslogan oli?mpico: citius, altius y fortius (ma?s ra?pido, ma?s alto, ma?s fuerte).

Estas palabras, junto a los aros oli?mpicos, simbolizando los continentes, y la antorcha que se enciende en la antigua Olimpia, conforman el esquema mi?stico del mayor acontecimiento deportivo: los Juegos Oli?mpicos. 

Teófilo Stevenson

El más grande boxeador olímpico, ganador de tres medallas de oro consecutivas en los pesos pesados en los Juegos de Munich’72, Montreal’76 y Moscú’80, que pudieron ser más si su país no hubiera boicoteado la cita olímpica de Los Ángeles’84.

A este palmarés hay que sumar tres Campeonatos del Mundo amateurs, diez títulos de campeón de Cuba, una medalla de oro en los Juegos Panamericanos, ocho Campeonatos Centroamericanos y 72 torneos internacionales.

Nacido en Puerto Padre (Cuba), en 1952, su lucha con los estadounidenses fue más allá de la rivalidad deportiva desde que Fidel Castro subió al poder. Organizadores norteamericanos le ofrecieron importantes sumas de dinero por hacerse profesional y enfrentarse a Cassius Clay, pero él siempre se negó porque “la revolución me hizo boxeador y a ella me debo”.

Puso fin a su carrera en 1988. Entonces fue elegido diputado de la Asamblea Nacional de Cuba. Su palmarés es el más brillante de la historia del boxeo olímpico.

Sebastián Coe

Pocos atletas han sido tan elegantes a la hora de correr que este británico que con sus victorias se convirtió en una de las más grandes figuras del medio fondo.

Coe, nacido en 1956, participó en dos ediciones de los Juegos Olímpicos en los que ganó cuatro medallas, dos de oro y dos de plata. Su primera aparición fue en Moscú’80, donde se tuvo que conformar con la plata en los 800 metros, pero ganó el oro en los 1,500 metros.

En Los Ángeles’84 repitió los mismos metales en las mismas pruebas. Coe siempre demostró su compromiso con el deporte y eso le valió el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, que le entregó el Príncipe Felipe de Borbón, en 1987.

Javier Sotomayor

El hombre que batió el récord del mundo de salto de altura con 21 años, no puede presumir de un gran palmarés olímpico.

El atleta cubano comenzó su carrera en la disciplina del pentatlón, aunque muy pronto demostró su habilidad en el salto de altura. Con 15 años saltó por encima de los 2 metros y a los 17 ya había batido el récord de su país.

Su único oro olímpico lo consiguió en los Juegos de Barcelona’92 aunque su palmarés lo completa con dos Campeonatos del Mundo al aire libre (Stuttgart’93 y Atenas’97), cuatro en pista cubierta (1989, 1993, 1995 y 1999) y cuatro Juegos Panamericanos.

El Dream Team

El baloncesto se incorporó al programa olímpico en los Juegos de 1936, con la gran exhibición que el equipo estadounidense realizó eneste deporte.

De las 15 medallas de oro disputadas, Estados Unidos ha ganado 12, la extinta Unión Soviética 2 (1972 y 1988) y Yugoslavia una (1980).

El dominio estadounidense ha sido casi absoluto en baloncesto, y más si cabe desde la participación de los jugadores profesionales de su liga, NBA, que debutaron en los Juegos de 1992, en Barcelona, con el mejor equipo que se ha podido reunir.

Liderados por Michael Jordan, el conocido como “Dream team”, estaba integrado por “Magic” Johnson, Patrick Ewing, Charles Barkley, Scottie Pippen, Moses Malone, Clyde Drexler, Cris Mullin, Larry Bird, John Stockton y David Robinson.

Carl Lewis

Carl Lewis es hoy una leyenda viva del atletismo mundial. Sus nueve medallas de oro le convierten junto con Paavo Narmi en el atleta más laureado de la historia olímpica.

El “hijo del viento”, como fue apodado este atleta negro nacido en el estado estadounidense de Alabama, logró cuatro medallas de oro consecutivas en la prueba de salto de longitud.

Con 19 años ya se había clasificado para los Juegos Olímpicos de Moscú’80 pero la invasión de Afganistán por la Unión Soviética supuso la renuncia de Estados Unidos a participar en estos Juegos.

Lewis tendría que esperar a la cita de Los Angeles’84 para deslumbrar a todo el mundo: cuatro medallas de oro obtenidas en los 100 metros, 200 metros, salto de longitud y los relevos 4×100 metros.

Cuatro años después, en Seúl’88 lograría otros dos oros, esta vez en 100 metros lisos y salto de longitud. En 1991 logró batir el récord de los 100 metros lisos con una marca de 9,86 segundos.

Así llegaba a los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 donde volvió a repetir oro en salto de longitud y logró otro en el relevo 4 x 100.

Sería en su país, en los Juegos de Atlanta’96, y con 35 años, donde cerraría su brillante carrera, consiguiendo el oro en la prueba que dominó a lo largo de cuatro ediciones: el salto de longitud.

Tampoco será olvidado por sus míticos duelos con Ben Jonhson en las pruebas de velocidad o Mike Powell en el salto.

Paavo Nurmi

Uno de los mejores atletas de la historia y el más brillante de los años veinte. Nacido en Helsinki (Finlandia) en 1897, Nurmi consiguió doce medallas olímpicas, nueve de oro y tres de plata.

Especialista en pruebas de medio fondo y fondo, Nurmi irrumpió en el panorama olímpico en 1920, en Amberes, donde a sus 22 años consiguió el oro en los 10,000 metros, en los 10 kilómetros campo a través (prueba que no ya existe) y en la prueba por equipo, además de la plata en 5,000 metros.

En París 1924, el finlandés se superó. Ganó cinco medallas de oro, en 3,000 metros por equipos, cross (campo a través) por equipos, cross individual, 1,500 y 5,000 metros, estas dos últimas en un intervalo de 90 minutos, algo que nadie ha repetido.

En Amsterdam’28 tuvo peores resultados, una medalla de oro (10,000) y dos de plata (3,000 y 5,000).

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