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La Consagración de María de Los Dolores

Un día como hoy 8 de marzo se recuerdan aniversarios de la Consagración de las imágenes de María Santísima de la Soledad del Templo de la Recolección y Santísima Virgen de Dolores del Templo de la Merced.

La imagen de la Soledad de la Recolección ya coronada y consagrada el 8 de marzo de 1998. (Foto: Hemeroteca PL)

La imagen de la Soledad de la Recolección ya coronada y consagrada el 8 de marzo de 1998. (Foto: Hemeroteca PL)

La imagen de la Soledad cumplía en 1998 cien años de haber sido burilada por el escultor José María Larrave, discípulo del maestro Buenaventura Ramírez, célebre durante el siglo XIX.

Con esta ceremonia la Iglesia Católica realizó un reconocimiento de la trascendencia que la procesión de la Virgen de Soledad de la Recolección, tiene para los católicos guatemaltecos, que cada Viernes Santo la acompañan en su recorrido, y durante el año buscan consuelo y alivio a sus necesidades.

De acuerdo con el historiador Haroldo Rodas Estrada, fallecido recientemente, indicó que la obra es del siglo XIX aunque la autoría al escultor Larrave está en entredicho al no localizarse referencias históricas sobre dicho artista. La atribución la realizó en su momento el escultor Huberto Solís Soberanis, quien retocó la imagen en la década de los años 50 del siglo XX, quien además realizó las esculturas de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena.

Otra referencia histórica la hace Fray Deodato Carbajo, un religioso franciscano, quien escribió en 1974 que dentro de los bienes del templo recoleto se encontraba una “Virgen de Dolores” a la que calificó de “moderna”, agregando que era obra del escultor José María Larrave.

Rodas Estrada agregó que la consagración y coronación de la imagen era un acto de trascendencia social, ya que independientemente de que la imagen tuviera 50 o 100 años, lo significativo para el pueblo es la dulzura con que acepta la realidad, el drama de la muerte y el deseo del consuelo.

Según consta en el Acta de Consagración de María Santísima de la Soledad, el día 9 de junio de 1997 se reunieron un grupo de devotos de la Virgen, el reverendo padre superior y director espiritual de la Hermandad de Dolores, Fray Leonardo García Aragón para solicitar al Arzobispo de Guatemala de la época, monseñor Próspero Penados del Barrio, la Consagración de la imagen con motivo del centenario de su burilación y por el grado de devoción que despierta en sus devotos.

El arzobispado resolvió aprobar la solicitud de la Hermandad de Dolores de la Recolección y fijó la fecha de la ceremonia el segundo domingo de Cuaresma, 8 de marzo de 1998.

Desde dicho mes de junio de 1997 se conformó un comité que se encargaría de organizar lo concerniente al programa de actividades y recolectar fondos para la elaboración de una nueva corona para la imagen, siguiendo el estilo que la había caracterizado durante décadas.

La ceremonia

Prensa Libre destacó en su portada y nota periodística del 9 de marzo de 1998 la consagración de la imagen e informaba de su trascendencia para el pueblo católico guatemalteco.

“En el Día Internacional de la Mujer, fue exaltada la mujer más extraordinaria de la humanidad, representada en la imagen de María Santísima de la Soledad, al ser consagrada y coronada por el Arzobispo Metropolitano, Próspero Penados del Barrio”, indicaba la nota periodística.

La imagen fue trasladada desde la capilla de las ánimas en una anda pequeña sobre un adorno compuesto por una plataforma forrada con terciopelo y flores blancas y colocada frente al presbiterio. Una orquesta de cuerdas y la voz del tenor René Cordón amenizaban la ceremonia solemne.

Monseñor Tomás Barrios concelebró la misa con el señor Arzobispo y leyó el discurso oficial en el que el acto comprometía a todos los fieles a consagrarse a Dios con fe y fervor.

Luego, monseñor Próspero Penados del Barrio bajó del altar y procedió a ungir la cabeza, manos y pies de la Virgen mientras se entonaba el Ave María de Schubert, al fondo se escuchaban bombas y cohetillos en señal de júbilo. La feligresía observaba en silencio.

Seguidamente el señor Sergio Búcaro entregó la corona realizada en plata sobredorada en estilo sevillano a la Hermandad, la cual se realizó con aporte de fieles y de la familia del presidente de la República, Álvaro Arzú. Monseñor Penados procedió a bendecir la corona y el párroco de la Recolección la colocó en las sienes de la Virgen, a la vez que la imagen era proclamada como Reina de la Humanidad.

Al finalizar la ceremonia el Arzobispo le colocó en las partes donde fue ungida, cruces de oro en señal de la consagración y firmó el acta donde quedó registrado el acto para la posteridad. Desde entonces la Soledad de la Recolección luce espléndidamente la corona en sus procesiones de Viernes Santo y Sábado Santo.

Una cita con la historia

Diecisiete años después, en el 2015 otra dolorosa recibía los óleos consagratorios como reconocimiento a la historia y devoción que encerraba, se trataba de la Santísima Virgen de Dolores que se venera en el Templo Mercedario de la capital.

La ceremonia se había anunciado en el año 2014 y se había programado para realizarse en el mes de septiembre, mes en el que se conmemoran los dolores de la Virgen. Sin embargo se trasladó para el Tercer domingo de Cuaresma, 7 de marzo de 2015.

En la semana previa a la consagración se realizaron actos académicos y culturales donde se daba a conocer la historia del Templo Mercedario, la devoción a la imagen y conciertos de marchas.

La imagen procede del siglo XVIII y se desconoce su autoría, mantiene cánones barrocos los cuales se advierten en el rostro de la imagen que presenta un dolor profundo por la pasión de Jesucristo. Desde hace cien años acompaña en su procesión a Jesús de la Merced en sus procesiones de Martes y Viernes Santo.

El día viernes 6 de marzo se realizó una velación en la capilla de Jesús de la Merced y se instaló un altar que evocaba años pasados en el Templo mercedario, la Virgen a los pies del Nazareno era rodeada de ángeles y querubines en un adorno eucarístico. Al día siguiente, la virgen fue colocada en el coro bajo y salió a recibir a las imagenes de los patronos de otros templos que llegaron a realizar la ceremonia de saludo.

Los santos que participaron en el acto fueron, Santa Teresa de Jesús, San Juan de Dios y San Felipe Neri. Al terminar fueron colocados en la capilla de Jesús de La Merced.

La Dolorosa mercedaria amaneció el día 8 de marzo, en el altar mayor, que se encontraba profusamente adornado de flores blancas, el altar mayor cubierto con un cortinaje de terciopelo rojo. El acto fue presidido por el Arzobispo Metropolitano, monseñor Óscar Julio Vian Morales quien ungió a la virgen en la cabeza, manos y pies. A diferencia de otras imagenes no le fueron colocadas cruces de oro incrustadas, si no que oportunamente le fueron grabadas y pintadas directamente en la talla al igual que Jesús de la Merced 298 años atrás.

Al finalizar la misa, se presentó una bendición especial del nuncio apostólico de Su Santidad, Mons. Nicolas Thevenin en nombre del Papa Francisco por la Consagración de la Virgen Dolorosa de la Merced.

Por la tarde la Dolorosa fue procesionada por las calles del barrio mercedario, acompañada de los santos patronos y San José, San Ignacio de Loyola y San Pedro Nolasco cerrando una jornada para la historia del Templo de la Merced.

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