Maldonado Aguirre, con el 57% de votos, ocupó el primer lugar con 7,973 votos, o sea el 57.24% de los 13 mil 928 votos depositados en las urnas colocadas para la encuesta.
Otro de los participantes fue el arquitecto Gustavo Anzueto Vielman, quien obtuvo el segundo lugar, con 3 mil 826 votos.
El tercer lugar fue para Mario Sandoval Alarcón, quien obtuvo mil 775 del total de la votación.
En cuarto y quinto lugares quedaron el general Aníbal Guevara Rodríguez y el industrial Roberto Alejos Arzú, con 150 y 147 votos, respectivamente, y en el sexto, Jorge García Granados, con un voto.
En términos porcentuales, la posición de los candidatos fue, en orden descendente: Maldonado Aguirre, 57.24 por ciento; Anzueto Vielman, 27.46 por ciento; Sandoval Alarcón, 12.74 por ciento; Guevara, 1.07 por ciento, y Alejos, 1.05 por ciento.
Hubo 34 votos en blanco y 22 nulos.
El 99 por ciento de las papeletas fue depositado en forma directa en Redacción, procedente de la capital.
La preferencia por los primeros lugares fue manifiesta desde el principio y se confirmó a las 18 horas, al efectuarse el cómputo final.
El interés que despertó esta muestra de opinión entre los lectores de Prensa Libre se hizo patente en las últimas horas de la tarde y en la noche, ya que se estuvieron recibiendo llamadas telefónicas preguntando por los resultados.
Diversos medios de comunicación también se interesaron en conocer el resultado de la encuesta, pero durante todo el tiempo se observó la más absoluta reserva.
Al presentarse a depositar su voto, algunas personas felicitaron a este diario por la iniciativa, y sugirieron que las próximas semanas se lleven a cabo nuevos muestreos.
La participación de lectores en esa ocasión aumentó en forma notable, en comparación con la anterior, sobre definir preferencias por categoría civil o militar, cuando el total de votos obtenidos fue de 1,842.
“Se clarificó el panorama electoral”, opinó Maldonado Aguirre.
“La formalización de las candidaturas de los partidos oficiales viene a clarificar las diferentes posiciones políticas que se presentarán en el actual proceso electoral”, declaró Maldonado Aguirre, candidato presidencial del PNR.
El candidato renovador indicó que la política no debe tomarse como una declaración, después de que los partidos Institucional Democrático (PID), Partido Revolucionario (PR) y Frente de Unidad nacional (FUN), dieron a conocer su decisión de lanzar como candidato al presidencial a Ángel Aníbal Guevara.
“Tenemos ya definido el esquema de la derecha tradicional con su forma de vuelta al pasado”, dijo Maldonado Aguirre.
“Por nuestra parte, afirmamos nuestra posición reformadora, y espero que la candidatura del general Guevara se presente como una de las opciones políticas, en igualdad de circunstancias con las otras, para que no se pretenda imponerla por la fuerza”, indicó.
“La imposición de Guevara sería absolutamente grave porque significaría una victoria política para la subversión que se justificaría Nacional e Internacionalmente”, agregó.
Dijo también que estaba seguro de que habría una limpia competencia y que tenía confianza en la honorabilidad del candidato y el compromiso que significaba para él velar por el prestigio de la institución armada.
“Esta contienda política no debe tomarse como un enfrentamiento de militares contra civiles, sino como un ejercicio democrático en el que todos los partidos tendrían iguales derechos y obligaciones”, advirtió.
“Estamos moralmente preparados para la lucha electoral, pero debemos esperar para bien de Guatemala y para su imagen internacional, que el proceso electoral sirva para hallar soluciones civilizadas y pacíficas a los problemas nacionales”.
Añadió que los partidos oficiales y la guerrilla tenían, por igual, la responsabilidad de enturbiar o clarificar un proceso democrático.
Agregó, entonces, que los partidos oficiales y la guerrilla tenían responsabilidad si saboteaban la pureza electoral.
“Nosotros estamos en la lucha electoral”, especificó Maldonado Aguirre. “No queremos que Guatemala caiga en el proceso de abatimiento y pesimismo cívico que debilitó a Nicaragua y que ahora la ha llevado al marxismo”, finalizó.
Aunque el intelectual no ganó ese año la Presidencia, 34 años después ocuparía la Vicepresidencia del país, luego de la renuncia de Roxana Baldetti, durante la gestión de Otto Pérez Molina.