El viernes, dedicado a Venus en la mitología griega, es un día de antesala al fin de semana. Sin embargo, el término “fin de semana” es relativo, por cuanto solo el sábado es el último día de la semana. Entonces, ¿es el viernes ya un día de descanso?
En el calendario, el domingo es el primer día de la semana, no el lunes, pero nos hemos acostumbrado a creer que el viernes es antesala, y sábado y domingo el final de una jornada.
¿Relativismo del tiempo? Podría ser, porque depende de las nuevas jornadas laborales, para muchas personas el que sea viernes o lunes o martes no guarda importancia.
Para otras, cuya jornada empieza el lunes y termina el viernes, tiene mayor significado vital.
¿Y qué hay de las personas que tienen turnos rotativos, que laboran en hospitales, aerolíneas u otro tipo de negocios, y cuyo descanso no es necesariamente en sábado o domingo?
Para ellas tampoco el viernes significa mucho.
Sin embargo, y según la psicología de la diversión o la evasión, el hombre siempre ha buscado válvulas o salidas de escape para compensar en algo el cansancio y el desgaste laboral.
Siendo así, tal y como lo verían los psicólogos humanistas, el descanso tendría que ser una compensación para el cuerpo, es decir, se espera el fin de semana para descansar, no para cansarse más con la diversión.
Es el típico estado de las vacaciones: se esperan tanto “para descansar” pero en la mayoría de los casos las personas terminan más cansadas que cuando ansiaban ese período.
¿Funciona igual con el fin de semana? Podría ser, porque ¿por qué muchos experimentan el “síndrome del domingo por la tarde”, al sentir angustia, hastío o tristeza por el descanso que se va y el “desventurado” lunes que viene?
Canción “Mi fin de semana” de Roberto Carlos. (Video: Tomado de You Tube)