Gerardi fue asesinado el 26 de abril de 1998, dentro de la casa parroquial de la Iglesia de San Sebastián. El 21 de enero de 2000, Lima Oliva, fue capturado bajo cargos de haber participado en el crimen. El militar estaba de alta en el desaparecido Estado Mayor Presidencial al momento del asesinato.
Por el caso, Lima Oliva fue procesado junto con su padre, el coronel Byron Disrael Lima Estrada y el sargento Obdulio Villanueva. En el 2001 se ordenó que los tres debían enfrentar juicio ante un tribunal de sentencia por los referidos hechos.
Muerte de Obdulio Villanueva
El 12 de febrero de 2003, los internos del Preventivo para Hombres de la zona 18 organizaron un enfrentamiento, el cual dejó siete reos muertos, cuatro de los cadáveres fueron decapitados. Una de las víctimas era Villanueva.
Posteriormente al enfrentamiento, el cual se debió a pugnas de poder entre reclusos, se formó un motín protagonizado por pandilleros, quienes manifestaban su descontento por los privilegios que tenían los reclusos militares que se encontraban en ese centro penitenciario.
En esa oportunidad, Lima Oliva denunció que el motin fue organizado por el exalcalde de Cuilapa, Santa Rosa, Franco Lazo, quien también se encontraba en esa prisión. “Ellos con anterioridad se apoderaron de los cholos, dándoles drogas, dinero y armas”, afirmó.
Al finalizar un proceso no exento de la polémica, los tres militares fueron declarados culpables del crimen del obispo y condenados a 30 años de prisión. La sentencia fue emitida el 8 de junio del 2001.
Reo polémico
Lima Oliva formó un liderazgo entre los reos con los que convivió, al extremo de ser su vocero, lo cual demostró en el 2003, cuando amenazó que mataría a los cholos de cinco en cinco, ya que rechazaba su presencia en el Preventivo.
Durante su permanencia en prisión se conoció que Lima Oliva tenía ciertos privilegios, tales como teléfono móvil con internet, desde el que se dirigía a sus seguidores. Además presidía la cooperativa penitenciaria Torre Fuerte, la cual fabricó playeras para la campaña del Partido Patriota, agrupación que en el 2011 postuló a los hoy exmandatarios Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, procesados por supuestos actos de corrupción.
La influencia de Lima Oliva en la cárcel era tan elevada, que funcionarios, empresarios y otros personajes de la vida nacional lo visitaban constantemente.
En 2014 se hizo pública una investigación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público, en la cual se reveló una red ilegal que cobraba por traslado de reos, en la que Lima Oliva figuraba como sospechoso.
La estructura estaba conformada también por funcionarios del Sistema Penitenciario, entre ellos, el exdirector Édgar Camargo. Según las pesquisas Lima Oliva negociaba los traslados de reos hasta por US$12 mil.
Con información de Jerson Ramos