Enrique Quiñónez, del Ministerio de Educación, dijo que el presidente había solicitado estudios y por eso se contactó con el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP), que ya había creado una ración alimenticia con materias primas propias, las cuales serían entregadas en todas las escuelas del país.
Durante la inauguración del 2o. Congreso de Educación, del 21 de octubre de 1956, el ministerio de Educación ordenó proveer alimentos a los colegios donde funcionaban internados. A estos se les entregarían los alimentos crudos para que los encargados de la alimentación elaboraran menús variados de acuerdo a las tablas balanceadas que había proporcionada el INCAP.
Inicio de campaña
La Asociación de Bienestar Infantil (ADBI) comenzó, el 17 de marzo de 1958, a servir un menú adecuado para los niños de los tres primeros grados, de cuatro escuelas de la capital. Las instituciones beneficiadas fueron Clemente Chavarría, Santos Toruño, Mariano Navarrete, Pedro Pablo Valdéz. Ese año la UNICEF también se sumó al programa de la refacción escolar .
El 15 de julio de 1959, el ministro de Trabajo, Roberto Ortiz, informó que ellos se integrarían al programa de la refacción escolar entregando en las escuelas de la ciudad un vaso de leche y una fruta.
Ejército en acción cívica
El 12 de febrero 1963, el Ejército creó el programa Acción Cívica, el cual entregaría los insumos básicos para la refacción escolar, en todo el país, especialmente en el interior. Zacapa fue el primer departamento en ser beneficiado con las primeras 1 mil 775 refacciones calientes. Estas contaban con pan, leche y trigo.
El Ejército también entregó a las escuelas de ese departamento varios quintales de leche en polvo y cereal, vajillas, ollas, estufas de kerosene y batidoras de leche.
El 21 de abril de 1963, las niñas de la escuela del Instituto normal de señoritas Centroamérica, INCA, recibieron por primera vez la refacción caliente, gracias a la cooperación de CARE.
Cobros establecidos
El 8 de enero de 1965, el ministro de Educación se reunió con los directores de las escuelas a quienes le reiteró que solo podrían cobrar Q1 para operaciones de la escuela, matrícula, así como de la refacción escolar.
El 13 de septiembre de 1967, el ministerio de Educación informó que se estaría dando a los niños leche preparada con vitaminas, aceite de hígado de bacalao y un pan, elaborado con soya.
Además informó que una panadería contratada por el ministerio de Educación cocinaría 40 mil panes diariamente para los distintos establecimientos educativos de la ciudad capital. El costo de la refacción escolar para los alumnos fue de un centavo.
Presentan iniciativa de Ley
El 10 de diciembre de 1970, el Consejo de Estado envió un proyecto de ley al Congreso, con el objetivo de contribuir a la solución del problema de nutrición en Guatemala.
El 11 de febrero de 1971 entró en vigor el Decreto número 13-71 referente a la refacción escolar. Esta consistía en un taza de polenta (composición de leche y harina) que era donada por la Cooperativa Americana de Remesas al Exterior, CARE .
Refacción en mal estado
El 18 de mayo 1976, los niños de varias escuelas vomitaron las galletas de la refacción escolar; padres de familia informaron que estaban en mal estado. El ministro de Educación Guillermo Putzeys Alvarez ordenó que el producto fuera retirado y enviado al departamento de análisis y control de alimentos del ministerio de salud.
El 19 de septiembre de 1977, la incaparina entregada a la escuela nacional de niñas de Cuyotenango, Suchitepéquez, se tiró debido a que se encontraba descompuesta. Bertha Batres, jefa de la oficina de bienestar infantil del ministerio de Educación, dijo que las bolsas con incaparina se las entregaban a los padres de familia para que ellos la cocinaran en casa .
El 4 de enero de 1979, CARE anunció que se retiraba del país por lo que el viceministro de Educación, el profesor Lisandro Sierra Coronado, y la profesora Aida Riveiro Rizzo, explicaron que el ministerio sería el que absorbería el programa de la refacción escolar.
La señora Aurora Carranza de Guevara, esposa del ministro de la Defensa Nacional, acompañada por esposas de oficiales del Ejército, entregaron el 23 de mayo de 1981 un lote de baterías de cocina a las escuelas de primaria rurales de Mazatenango, Suchitepéquez.
El 24 de enero de 1986, la jefe del departamento de nutrición del ministerio de Educación, Edna Escobar de Lainfiesta, informó que un millón de niños se quedarían sin refacción escolar debido a la huelga de trabajadores de la fábrica que elaboraba la incaparina.
El 27 de agosto de ese mismo año, el ministerio de Finanzas Públicas informó al ministro de Educación, Eduardo Meyer Maldonado, la cancelación de las partidas presupuestarias para el programa de la refacción escolar. Meyer Maldonado dijo que era un “ error garrafal” ya que un millón de niños se quedarían sin recibir la leche con arroz o la incaparina.
El 18 de enero de 1988, Meyer Maldonado, junto a la directora de alimentación y nutrición del ministerio de Educación y el alcalde mixqueño Juan Guillermo Gómez Valdez , informaron que se había abierto el programa “Galleta Nutritiva” .
El 8 de junio de 1988, Carlos René Escobar Montenegro, viceministro de Educación, informó sobre el robo de leche en distintas escuelas y que posiblemente habían maestros involucrados.
El 27 de febrero de 1989, Ricardo Gómez Gálvez, titular de educación, señaló que no había leche para proveer refacción escolar. Decidieron pedir “prestado” un lote de leche al gobierno de Honduras para cubrir la refacción .
El 2 de marzo de 1991 desapareció de la bodega municipal de Cobán la refacción escolar donada por el Programa Mundial de Alimentos. Esta consistía en leche y mosh .
El 10 de marzo de 1991, agentes de la Policía Nacional capturaron al comerciante Víctor Rafael Pérez cuando en un picop transportaba 20 quintales de leche y mosh que habían sido robados de la escuela Garzona Nápoles, de Almolonga, Quetzaltenago.
El 13 de julio de 1993 se robaron 150 mil libras de leche y galletas que servirían para las escuela del interior del país. El Ministerio Público inició las investigaciones contra empleados del Comité Nacional de Reconstrucción, encargado de distribuir la refacción escolar, para determinar si tenían responsabilidad.
El 9 de junio de 1994, miembros de la Asociación Magisterial de Guatemala (AMG), junto a padres de familia y alumnos de varios establecimientos, quemaron en la Plaza Central gran cantidad de avena contaminada con gusanos.
Al ser consultado el ministro de Educación Alfredo Tay Coyoy por este caso, reconoció que gran parte de este cereal se perdía por las precarias condiciones en que se almacenaba.
El 16 de septiembre de 1997 una turba dio muerte a garrotazos a Manuel Saj Tambriz en Nahualá, Sololá, tras ser condenado por un Tribunal Popular. Se le acusó de haber robado y envenenado los alimentos de la refacción escolar de la escuela nacional Tecún Umán.
El 5 de octubre de 1999, el candidato presidencial Oscar Berger, durante su campaña política, prometió mejoras a la Educación y aseguró que se incrementaría el programa de desayunos escolares para los niños de las escuelas públicas del país.
El 7 de febrero del 2000, el ministro de Educación Mario Torres informó sobre la implementación del programa “Barriga llena, corazón contento” que proporcionaría la alimentación escolar a los niños de las escuelas más pobres del área rural. El almuerzo contendría una galleta, nachos y atol, y se distribuiría en regiones de Huehuetenango, San Marcos, Alta Verapaz, Quiché y Sololá. Sin embargo, los almuerzos escolares solo fueron una promesa pues quedaron en el olvido.
El 31 de julio de 2003, varios niños de la escuela 15 de septiembre de Puerto Barrios, Izabal, fueron internados en el hospital Infantil Elisa Martínez luego de presentar síntomas de intoxicación tras ingerir la refacción escolar.
El 2 de febrero de 2008, durante el gobierno del presidente Álvaro Colom, miles de niños del nivel primario no recibieron la refacción escolar. “Este es un problema recurrente. El gobierno no depositó el dinero a las juntas escolares para la compra de leche, avena y pan”, explicó Mirna de León, de la Escuela Barrio Norte, Santa Cruz, Quiché.
El 30 de mayo de 2016, miembros de la Organización de Padres de Familia y Silvia Casasola de Marroquín, directora del Complejo Escolar por la Paz (Cepaz) señalaron que los pocos recursos que tenían se utilizaban para comprar gas y así poder brindar a los niños un vaso con incaparina con leche, un pan con frijol, ensalada de pollo y una fruta por día.
El 29 de agosto de 2017 surgió una iniciativa de ley de alimentación escolar; sin embargo, los recursos para financiarla no estaban contemplados en el proyecto de Presupuesto para el año 2018, según comentó el viceministro de Finanzas, Víctor Martínez.
La propuesta, fue impulsada por el Frente Parlamentario contra el Hambre, y pretendía elevar los recursos que se destinarían para la refacción escolar: designar Q1.11 a Q4 diarios por cada niño.
Refacción escolar no llega a la Escuela Justa González// Video tomado de You Tube